Según un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), existe una “ausencia de monitoreo” de los lagos que se forman en torno a los glaciares de la zona oeste del país y, por eso, se está ante un “riesgo potencial catastrófico”

El organismo de control encendió las alarmas luego de analizar la labor del ex Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, hoy devenido en una Secretaría que funciona bajo la órbita de, valga la redundancia, la Secretaría General de Presidencia.

La investigación explicó que “en un contexto de cambio climático global, el deshielo y el retroceso de los glaciares dan lugar a la formación de lagos proglaciarios y morenas terminales (ver imagen), que son sedimentos de carácter heterogéneo que van formando montículos que actúan como diques y que poseen una estructura y composición interna muy inestable y propensa a la ruptura”.  

¿Qué podría pasar? En palabras de los técnicos, cuando los lagos se desbordan “arrastran sedimentos y escombros que generan aluviones de gran magnitud, pues recorren distancias extensas debido a la pendiente, y son considerados uno de los peligros más importantes por su potencial destructivo de poblaciones cercanas”.  

Fuente: http://morrenasgla.blogspot.com/
Fuente: http://morrenasgla.blogspot.com/

¿Y frente a este panorama, qué fue lo que se encontró? Durante el relevamiento que hicieron los auditores en los Andes patagónicos, se observó un “desprendimiento en el río Piedras Blancas y la ausencia de monitoreo en el Lago de los Tres”

Seguimiento

En rigor, la AGN volvió al ex Ministerio de Ambiente para ver cómo se habían gestionado las recomendaciones realizadas en un informe de 2017.

En ese sentido, el trabajo concluyó que la ahora Secretaría subsanó un 9% de las observaciones, mientras que un 36% fue solucionado parcialmente y “un 55% quedó sin regularizar”. Es decir, más de la mitad. 

Al margen de esta performance, el organismo de control obtuvo “nuevos hallazgos”. Uno de ellos está relacionado con la eventual catástrofe descripta más arriba. Según los auditores, “las zonas aledañas a lagos proglaciarios presentan un riesgo potencial no identificado”.

En una próxima entrega, se abordarán otras observaciones de la AGN vinculadas al rol del ex Ministerio como coordinador de las acciones que se hacen (o deberían hacerse) para proteger los cuerpos de hielo de la zona oeste del país y las particularidades que presenta la confección del Inventario Nacional de Glaciares.