Un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) señala que, en el período 2005-2006, el PAMI no alcanzó los objetivos generales de su campaña de vacunación antigripal. El Instituto se había propuesto inmunizar al menos al 50% de los afiliados que conforman lo que se conoce como “población blanco”, es decir, los más proclives a contraer influenza, siguiendo recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pero, por “demoras en los trámites de compra” de las vacunas, no se llegó ni a la mitad de la población de riesgo.

Entre esas demoras, el organismo de control resalta que hubo “debates internos sobre la cantidad de dosis a adquirir”. Es que, en principio, el Área Epidemiología y Prevención del PAMI recomendaba comprar unas 2.310.304 vacunas para la campaña 2005 –un poco más del padrón total de población blanco-, pero finalmente se decidió seguir la sugerencia de la OMS y pedir 1,2 millón de unidades. Más allá del debate, el Instituto quería contar con ese stock antes del 1º de marzo y sin embargo la operación se prolongó aún más porque el pedido que formuló el Área Epidemiología fue “insuficiente”: le faltaban, entre otras cosas, la definición de las cepas para el hemisferio sur, el período en el cual debían ser entregadas, el cuadro de distribución de vacunas en cada Unidad de Gestión Local –en las provincias-, y la cantidad de tipos de frascos, monodosis o multidosis.

Después de todo, el PAMI sólo pudo comprar 900 mil vacunas y aplicó 863.359, cuando la mitad de la población blanco era de 1.112.652 afiliados. Además, inició su campaña recién el 20 de abril, casi dos meses después de lo que se preveía.

El informe de la Auditoría, aprobado este año, afirma que “si bien en la campaña 2006, el PAMI mejoró la cobertura de vacunación, tampoco alcanzó las metas mínimas sugeridas por la OMS”. Otro objetivo que no cumplió el Instituto fue hacer un seguimiento de la ejecución y del resultado de su plan mediante el “sistema informático de carga on line por intranet”. De hecho, en enero de 2007, sólo se había cargado el 16,07% del total de los datos referidos a las vacunas aplicadas, y el atraso era mayor en las Unidades de Gestión Local más grandes: en Capital, por ejemplo, la carga era de 3,67%. En la misma seccional, la AGN detectó que “el Área Epidemiología, responsable local de la campaña, carecía de computadora”.

Por otra parte, en ninguno de los dos períodos analizados, 2005 y 2006, el PAMI “concretó las acciones de vigilancia epidemiológica y medición del impacto” de sus campañas.