Si bien la normativa vigente en la Ciudad de Buenos Aires dice que un enfermero puede trabajar hasta siete horas por día -seis, si se dedica a cuidados intensivos-, la Auditoría General porteña (AGCBA) detectó casos de profesionales que prestaron 12 horas diarias de servicio durante 2010 y 2011.

Según un informe del organismo de control, esta sobrecarga horaria se registra desde la puesta en marcha de un sistema de horas extra llamado “módulos”, que comenzó a aplicarse en 2006 como una medida excepcional para paliar la falta de enfermeros en todos los centros de salud de la Capital Federal.

La investigación reveló que la Ciudad permite un límite de 20 módulos por mes a cada enfermero, y que un módulo equivale a seis horas de trabajo. Por eso, sumando estos adicionales a las jornadas habituales, los profesionales llegaron a estar de servicio hasta 12 horas por día.

Aunque la AGCBA no haya especificado a cuántos enfermeros afectó esta situación, en el informe sí figura un dato que permitiría arriesgar una proporción: la cantidad de módulos autorizados por la Ciudad entre 2010 y 2011 representa casi el 50% del personal de planta de los centros de salud porteños.

En otras palabras, es como si durante ese período hubiera trabajado un 50% más de profesionales, o bien, equivale a que la mitad de los enfermeros hayan cumplido jornadas de 12 horas diarias.

El costo

La Auditoría también remarca que las extensas jornadas laborales ocasionan riesgos a la salud de los enfermeros.

En rigor, el informe dice que en todos los hospitales de la Ciudad se detectaron 370 casos de profesionales con “enfermedades de largo tratamiento”. Y que el 40% de ese total presenta problemas relacionados al “sistema osteomuscular, trastornos mentales y del comportamiento”.

Para completar el cuadro, el relevamiento señala la “falta de control, por parte del Ministerio de Salud y de los efectores (hospitales), del seguimiento de los personales con enfermedades de largo tratamiento”.

Sin plan estratégico

Más allá de la sobrecarga horaria para los profesionales, el informe concluye que “no existe un plan estratégico desde la Gerencia Operativa de Enfermería (una oficina que depende de Recursos Humanos del Ministerio de Salud), que permita planificar con tiempo los reemplazos” de los trabajadores que se jubilan.

Asimismo, la AGCBA afirma que “los trámites de reemplazo son llevados a cabo por cada efector de manera independiente”, y que “la falta de planificación incrementa el riesgo de asignar inadecuadamente los recursos”.

La perlita, ¿cuántos son?

Como dato de color, la Auditoría descubrió que si se comparan los datos del Ministerio de Salud con los de aquella Gerencia Operativa mencionada en el parágrafo anterior no puede saberse exactamente cuántos enfermeros trabajan en la Ciudad de Buenos Aires.

Es que, según la cartera sanitaria, había en la Capital hasta el 31 de diciembre de 2011 unos 8.137 agentes de enfermería. Pero, por su parte, la Gerencia Operativa contó, al mismo día, un total de 6.124 profesionales. 


Designaciones

Por otra parte, el organismo de control analizó ocho expedientes de designaciones de enfermeros para seis hospitales porteños. La idea era determinar cuánto tardaban los trámites, desde la convocatoria, hasta el nombramiento propiamente dicho de los profesionales.

Así se detectó, por ejemplo, que en 2010 los trámites demoraron entre 281 días (como un caso del Hospital Fernández) y 400 días (Hospital Zubizarreta). El panorama casi no se modificó en 2011: las designaciones tardaron un mínimo de 178 días (Hospital Ramos Mejía) y un máximo de 335 días (otra vez el Fernández).