Por fin Aerolíneas mostró sus números con más prolijidad y la AGN aprobó su balance
Tras cinco abstenciones de opinión consecutivas, la AGN entendió que los estados contables 2012 “presentan de manera razonable su situación económica”, la que, no obstante, sigue en rojo: se advierte una pérdida acumulada de $ 2.407 millones, un déficit no asignado de $ 12.107 millones y un patrimonio neto negativo de $ 1.000 millones.
La sexta fue la vencida. A seis años de la reestatización de Aerolíneas Argentinas, y tras cinco abstenciones de opinión consecutivas, por fin la Auditoría General de la Nación (AGN) aprobó un balance de la línea de bandera.
Se trata de los números correspondientes al ejercicio 2012, que el organismo de control analizó y dio el visto bueno el último 25 de noviembre, hace ocho días.
“Los Estados Contables de Aerolíneas Argentinas S.A., considerados en su conjunto, presentan razonablemente, en sus aspectos significativos, la situación patrimonial, económica y financiera al 31/12/2012, de acuerdo con normas profesionales argentinas vigentes”, dice el informe de la AGN.
Bueno sí, pero…
En rigor, el dictamen favorable de la Auditoría no significa necesariamente que Aerolíneas haya mejorado en 2012 el manejo de sus ingresos y gastos, sino que los números de la compañía fueron expresados en los estados contables con mayor prolijidad que en años anteriores.
De hecho, la situación de la empresa sigue mostrando rojos. El informe destaca que “al 31 de diciembre de 2012, los Estados Contables presentan una pérdida acumulada de $ 2.407.120.549, y un resultado negativo no asignado acumulado de $ 12.107.553.660”.
Además, se añade que “el patrimonio neto resulta negativo en $ 1.000.286.497; presenta déficit de capital de trabajo de $ 1.213.766.390, no obstante un aumento del efectivo de $ 1.165.341.027”.
Por otra parte, durante el análisis de los balances 2012, también surgieron distintas situaciones que otrora generaron incertidumbre en los auditores (ver El largo camino al dictamen favorable).
Es el caso de los sucesivos reclamos efectuados por la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA) por el impuesto a los Ingresos Brutos al transporte internacional de pasajeros. Esos trámites, según relevó AGN, se encuentran “en distintas etapas procesales”, no obstante “los estados contables incluyen en el pasivo la cuantificación del (tributo) reclamado y sus intereses, que asciende a $ 448.479.864. A la fecha del presente informe -completa la investigación-, no es posible determinar la resolución final de las pretensiones del organismo recaudador y el efecto sobre su valuación y exposición contable”.
Otra incertidumbre surge de la imposibilidad que se le presenta a Aerolíneas de computar dinero a cuenta del Impuesto a las Ganancias, “por lo que, al cierre del ejercicio, la (empresa) mantiene previsionado $ 102.974.028,55”, en concepto de Ganancia Mínima Presunta.
La AGN señala, en tanto, un listado de limitaciones al alcance de su trabajo. Se trata, por un lado, del inicio por parte de Aerolíneas, de una “actualización de sus sistemas administrativos contables, cuya implementación se encuentra actualmente en proceso”. En ese marco, los auditores observaron que “los controles imperantes durante el año 2012 no han sido suficientes, a efectos de minimizar los riesgos derivados de la importante descentralización administrativa con la que opera la sociedad. Y las debilidades identificadas en el ámbito de control interno y de tecnología de la información no nos permiten asegurar que la totalidad de los errores u omisiones, si los hubiese, hayan sido identificados y corregidos”.
Por otro lado, en el informe se sostiene que la línea de bandera “ha expuesto en notas a los Estados Contables hechos posteriores que inciden en cuestiones de valuación y exposición”, y reconoce que, por esta situación, “no hemos podido aplicar todos los procedimientos necesarios para satisfacernos de la integridad de la información incluida” en los balances analizados.
Para completar, la Auditoría menciona, como limitación al alcance de su labor, un “saldo contable de repuestos por $ 421.511.357, que no se halla respaldado con inventarios detallados y valorizados”, y agrega: “El método de valuación contable, de costo ajustado, difiere del utilizado por el sistema de administración de inventarios, y la información contable cuenta con (datos) a nivel de totales de flota, en una planilla de cálculo; por lo que (así) no es posible realizar la identificación contable de los bienes con los inventarios físicos”.
“Disminuyó la indefinición”
Antes se mencionó que los números de 2012 de Aerolíneas fueron expuestos con mayor prolijidad que en ejercicios anteriores.
En ese sentido, el mismo informe de la AGN señala que en el balance analizado “disminuyó la indefinición relativa a la modalidad de instrumentación de la asistencia financiera del Estado Nacional”.
Someramente, esto quiere decir que, tras años de “indefinición”, finalmente la empresa decidió dejar asentado, en sus estados contables, que parte del dinero que le llega desde Nación corresponden a “aportes de capital”, y no “transferencias corrientes”.
Sobre esto, el organismo de control detalla que desde julio de 2008, “el Estado argentino asistió financieramente a Aerolíneas, mediante la transferencia de fondos para hacer frente a erogaciones corrientes que, al 31/12/2012 ascienden a $ 13.307.322.188 (incluye $ 873.276.167 para la compra de aeronaves nuevas); de los cuales $ 10.197.430.925 fueron rendidas por la compañía y registradas en su Patrimonio Neto como aporte de capital”.
Nota al margen: contadas desde julio de 2008 hasta el 30 de septiembre de este 2014, las transferencias del Estado nacional hacia el grupo Aerolíneas (que además incluye Austral, Jet Paq y Aerohandling), ascienden a $ 20.342.300.914.
Por otra parte, la AGN también reconoce que algunas de las cuestiones que generaban incertidumbre en los técnicos, al igual que las transferencias estatales, “han pedido relevancia”: es el caso de “proceso de conciliación de operaciones entre compañías vinculadas y el relevamiento de pasivos; el cumplimiento de cláusulas de los contratos de arrendamiento operativo; la valuación del pasivo por el programa Aerolíneas Plus; las tasas aeroportuarias; y el diferimiento del impacto de la condonación impositiva y el convenio con Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
El largo camino al dictamen favorable
Desde la reestatización de Aerolíneas, la Auditoría General de la Nación realizó seis informes sobre los estados contables de la línea de bandera. Al margen de este, el único con dictamen favorable, todos los anteriores obtuvieron la misma calificación: abstención de opinión.
Este tipo de dictámenes no son desfavorables en sí mismos. Puntualmente, una abstención se apoya en que los auditores no pueden emitir un juicio sobre los estados contables que observan, ya sea por limitaciones al alcance de su trabajo o bien por la incertidumbre que generan los datos recabados. En el caso de la línea aérea, y hasta el balance 2012, siempre ocurrieron las dos cosas.
Los primeros trabajos fueron sobre el ejercicio 2008. El uso del plural no es antojadizo: es que la AGN se abstuvo de opinar sobre los estados contables de ese año, tras lo cual Aerolíneas intentó rectificar sus números; sin embargo la calificación por parte del organismo de control volvió a repetirse.
Lo mismo ocurrió con los balances de 2009, 2010 y 2011. En líneas generales, los motivos de la abstención también se repiten: “inexistencia de controles suficientes destinados a minimizar los riesgos derivados de la descentralización administrativa con la que opera la empresa”; saldo contable de Inventario de Repuestos que no está respaldado por un “inventario físico valorizado”; falta de información para validar el dinero que Aerolíneas decía destinar a afrontar los juicios que afrontaba; y los números en rojo, que se han multiplicado durante los últimos ejercicios.