El Instituto Provincial de Salud de Salta (IPS) tiene “inconsistencias conceptuales” para definir qué entiende por la expresión “deuda”. La Auditoría General de la provincia arribó a esta conclusión tras detectar “diferencias” entre los valores que figuraban en documentos relacionados con las cuentas del ente correspondientes al ejercicio 2005.

Según el organismo de control, el IPS presentó un informe de deuda registrada hasta el 31 de diciembre de ese año constituido “básicamente por un listado de comprobantes impagos” que sumaban $ 25.113.995,91. Pero otro documento, el balance de sumas y saldos –elaborado hasta la misma fecha-, arroja una cifra un tanto mayor: $ 78.154.815,37. “A solicitud de esta auditoría –dice el informe-, el IPS no pudo conciliar esta diferencia”, que asciende a $ 53.040.819,46.

“El informe de deuda es incompleto (porque) no se incluyen todas las partidas que forman parte del pasivo según el balance de sumas y saldos al 31/12/05, sólo se incluyen las correspondientes a deudas con proveedores y prestadores”, señala el trabajo, y añade que “esta situación pone de manifiesto las inconsistencias conceptuales respecto al sentido de la expresión ‘deuda’ por parte del IPS”. De hecho, analizar los montos adeudados por el Instituto mediante esos documentos –informe de deuda y balance de sumas y saldos- fue una “restricción que limitó la tarea de control”; es que el ente no presentó los estados contables, ni los detalles de deuda clasificada en exigible y no exigible, y no cerró los registros de las transacciones correspondientes al ejercicio 2005 “porque el sistema informático no provee esa información”.

Por otro lado, el mecanismo con el que el Instituto Provincial de Salud de Salta maneja la información que genera, presenta falencias “en grados inadmisibles”. Se trata del GIE, Gestión Integral de Empresas y, para la Auditoría, esa base de datos es “incompleta, incongruente e inconsistente”. Sobre esto, el organismo de control afirmó que si el IPS hizo una “inversión tan importante” en el GIE, el sistema “debiera contar con un producto de alta confiabilidad, perfectamente integrado entre sus distintos módulos y que permita la entrega de datos certeros y confiables”. Pero, luego de analizar una muestra de archivos, los auditores concluyeron que “nada de eso ocurre en la realidad”.

No obstante, el organismo de control también observó otras falencias referidas a los usuarios del GIE: “Más allá de las vulnerabilidades detectadas, esto no quedaría evidenciado si el personal encargado de la operación no hiciera un uso incorrecto e irresponsable del sistema. Con respecto a los datos faltantes, e independientemente de cuál haya sido la causa (fallas técnicas o borrado intencional de la información), las personas encargadas de la operación y control debieron poner en marcha mecanismos de corrección de estos errores porque, en definitiva, los dueños y/o responsables de la base de datos son estas personas”. Asimismo, el informe sostiene que hubo una “manipulación de la secuencia de fechas” del GIE, lo que representa “sin duda alguna, una maniobra generada por el personal que opera el sistema, ya sea porque el sistema lo permite, o porque tienen acceso directo o indirecto a las bases de datos”.

A partir de estos hallazgos, la Auditoría salteña reconoció que “no puede emitir opinión sobre la economía, eficiencia y eficacia de la gestión del Instituto Provincial de Salud en general y, en particular, en relación a la deuda informada al 31 de diciembre de 2005”.