El lapso equivale al 41,6% del año. La iniciativa dispone de $ 423 millones y se erogaron $ 16,4 millones. Hay actividades que no ejecutaron ni un peso, como los de reducción de la contaminación ambiental e intervención sanitaria. Por no usar un préstamo internacional, ya se pagaron U$S 10 millones de comisiones de compromiso. Especial El Auditor.info.

Durante los primeros cinco meses del año, el Estado Nacional pagó $ 16,4 millones de los $ 423 millones que dispuso para sanear la Cuenca Matanza-Riachuelo. La performance representa solamente el 3,9% de la partida vigente, en un lapso que equivale al 41,6% del tiempo transcurrido en el ejercicio.

El saneamiento de uno de los cursos de agua más contaminados del mundo corresponde a la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR), un ente conformado por el gobierno nacional –en la figura de la Secretaría de Ambiente-, la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. Funciona bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete de Ministros.

El presupuesto de la ACUMAR, de $ 423 millones, tiene tres iniciativas. En primer lugar figura el Programa Integral Cuenca Matanza Riachuelo, que comenzó el año con una partida de $ 122,3 millones pero, reducción mediante, llegó a mayo con $ 104,3 millones, un 15% menos. De ese total se devengaron unos $ 11 millones.

Este programa, a su vez, se divide en tres actividades: “funcionamiento, administración y control”, que ejecutó $ 11 millones de los casi $ 13 millones disponibles. El 80% de lo devengado corresponde a personal contratado ($ 3,2 millones) y servicios no personales ($ 5,5 millones).

La segunda actividad, “recomposición ambiental”, redujo su presupuesto un 20% en cinco meses, y pasó de los $ 113 millones a los $ 89,6 millones vigentes. De ese total, no se ejecutó un solo peso.

En tanto que la última actividad, “educación, gestión participativa e intervención sanitaria”, con una partida de $ 1,7 millón, tampoco registró ejecución.

Por otra parte, el segundo programa es el de Gestión Ambiental Matanza Riachuelo BID 1059 OC AR, financiado parcialmente por el Banco Interamericano de Desarrollo, y uno de los pocos que vio aumentar su presupuesto entre enero y mayo: pasó de $ 205 millones a $ 223 millones. De este total se lleva pagado un 3,1% ($ 5,9 millones).

El programa BID se divide en dos actividades: “gestión ambiental”, que pagó casi $ 6 millones de los $ 193,6 que tiene disponible, el 3,1%; y “conducción y control”, por la que se erogó un poco menos de $ 1 millón sobre un crédito vigente de $ 29,4 millones, el 3,2% (ver cuadro).

Este préstamo internacional data de 1998 y, por no haberlo ejecutado en los plazos convenidos, se pagaron hasta 2009 unos 10 millones de dólares por comisiones de compromiso.

El último programa de la ACUMAR el de Desarrollo Sustentable de la Cuenca Matanza Riachuelo BIRF 7706 AC, que está financiado por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento. El crédito inicial fue de $ 95,7 millones, de los que no se ejecutó ni un solo peso en los primeros cinco meses del año.

Como ocurre con los programas anteriores, el de Desarrollo Sustentable también se divide en tres iniciativas que, lógicamente, no registran ejecución, entre las que se destaca “reducción de la contaminación ambiental”.