La Oficina de Presupuesto del Congreso efectuó el análisis del acuerdo alcanzado con el staff del FMI para la implementación de un nuevo programa de financiamiento que estará destinado a cubrir los vencimientos derivados del anterior plan Stand-By (SBA) de 2018. El acuerdo fue remitido al Congreso y el financiamiento aprobado mediante la Ley 27.668, promulgada el 18 de marzo del corriente. El plan en cuestión tiene una duración de dos años y medio.

Este nuevo acuerdo no implica formalmente una reprogramación de los vencimientos, ya que mantiene inalterado su cronograma original de pagos, sino que provee el financiamiento necesario para repagar los compromisos de aquel programa.

Monto del financiamiento

El pago acordado, por una cifra aproximada de U$S44.400 millones, es equivalente a lo desembolsado durante la administración anterior. De este monto, U$S40.000 millones corresponden al saldo de capital adeudado y los U$S4.400 millones restantes al nuevo financiamiento pactado con la gestión actual para reforzar las partidas presupuestarias y financiar el déficit primario, según la OPC en base a documentos del programa.

Este importe se desembolsará en 11 tramos, en concordancia con el cronograma de revisiones trimestrales de las metas comprometidas y se destinará -exclusivamente- a cancelar el monto adeudado en el cronograma de pagos original.

¿Cuáles son los principales puntos del acuerdo con el FMI?

El texto del programa detalló que el financiamiento se devolverá en 12 cuotas semestrales a partir de los cuatro años y medio posteriores a la fecha de cada desembolso, por lo que los pagos de capital comenzarán a devolverse en 2026 y terminarían en 2034.

En lo que se refiere a los intereses, el nuevo acuerdo -al igual que el StandBy 2018- prevé pagos trimestrales en febrero, mayo, agosto y noviembre de cada año, a una tasa que se encuentra en torno al 4,25%. Se estiman pagos de intereses al FMI por un promedio anual de U$S1.600 millones hasta 2027.

Tweet de Ministerio de Economía de la Nación

Modalidad del acuerdo 

En el análisis, la Oficina de Presupuesto presentó que el acuerdo se realizó bajo la modalidad de Facilidades Extendidas (EFF). Este instrumento de asistencia financiera del FMI de mediano plazo fue creado para asistir a los países que experimentan graves problemas de balanza de pagos debido a deficiencias estructurales o a un lento crecimiento y una situación de la balanza de pagos muy debilitada. El convenio incluye condicionalidades habituales en los programas del Fondo, que serán evaluadas en revisiones trimestrales.

Metas del programa

Los objetivos declarados del acuerdo -según la OPC en base a documentos oficiales- incluyen mejorar las finanzas públicas y asegurar la sostenibilidad de la deuda pública; reducir de forma persistente la inflación; fortalecer la balanza de pagos y mejorar la sostenibilidad y resiliencia del crecimiento.

En detalle, el plan económico fija un objetivo de acumulación de reservas internacionales netas de U$S15.000 millones durante el período 2022-2024: U$S5.800 millones en 2022, U$S4.000 millones en 2023 y U$S5.200 millones en 2024.

Por otro lado, las metas de carácter fiscal del programa fijan un objetivo de reducción del gasto en subsidios energéticos de 0,6% del PIB en 2022, incluyendo la eliminación de dichos subsidios para consumidores residenciales de altos ingresos. Además, busca marcar límites a las transferencias discrecionales a empresas públicas y al crecimiento de la planta del sector público. El principal objetivo monetario del plan -extraído del análisis de la OPC- señala la intención de mantener el tipo de cambio real de 2022 en niveles similares a los del fin de 2021.