Publicado: 23-08-09

Informe AGN - Auditor.info

  
La demora que un jubilado o pensionado debe afrontar para obtener un audífono a través de la obra social estatal llega hasta los 3 años. En ese lapso, además de aislamiento social y depresión, los ancianos están expuestos a diversos riesgos para su salud.


Junto con la afección ocular de cataratas, la hipoacusia -disminución o pérdida de la audición que puede afectar a uno o ambos oídos- es la enfermedad más recurrente en personas de la tercera edad.

Sin embargo, en la Argentina gobernada por el kirchnerismo el remedio pareciera que a veces es peor que la enfermedad: la amarga demora que un jubilado debe aguardar para conseguir un audífono por intermedio del PAMI, para solucionar parcialmente su afección, es más larga de lo imaginado.

Según un informe que fue publicado en julio pasado por la Auditoría General de la Nación, las demoras para entregar audífonos a los afiliados de la obra social de jubilados y pensionados llegaron hasta los 3 años. A merced de dicho lapso, muchas de las audiometrías de los pacientes quedaron desactualizadas por la espera y muchos debieron repetir los trámites. Hubo casos de abuelos que incluso fallecieron antes de recibir sus equipos.

El informe que se publicó este año se centró en la gestión de la obra social durante 2005 y 2006, y muchas de las falencias detectadas tienen plena vigencia. Las "considerables demoras" se registraron tanto en los procesos de licitación como en el reparto de los equipos. Según los detalles provistos por el informe, de 23 mil audífonos que el PAMI pidió en 2003, entregó los primeros 67 recién en febrero de 2005.

"Este programa (de entrega de audífonos) se caracterizó por un alto grado de ineficiencia en su gestión, con solicitudes de audífonos que no se consolidaban en ningún área del Instituto, cantidades de pedidos pendientes distintos según la fuente de información y demoras relevantes en la tramitación de las compras", dice el informe de la AGN al que accedió Hoy.

Y agrega: "La demanda contenida (insatisfecha), cuantificada en 19.810 pedidos en enero de 2005, a octubre de 2007 sólo disminuyó a 18.373, no obstante que en el ínterin se entregaron más de 40.000 audífonos. Lo expuesto evidencia la imposibilidad del Instituto tanto para calcular como para satisfacer la demanda de audífonos de sus afiliados", dice el documento.

¿Y qué pasa ahora, dos años después? ¿Acaso se aceitó el mecanismo de entrega? No del todo. "Hay mucha demora, cuando nosotros intervenimos se agiliza", admitió el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino.

Consultado por Hoy, precisó que actualmente la demora promedio que un jubilado debe afrontar para conseguir su audífono por intermedio de PAMI ronda los 8 meses.

"La provisión de audífonos, cuya demanda es muy alta, está muy mal desde 2002, después de la crisis dejaron de suministrarse por dos o tres años", señaló Semino. El Defensor de la Tercera Edad recordó que desde ese momento rige la ley de Emergencia Sanitaria que eximió a las obras sociales de la provisión de audífonos, y la única que se salió de esa norma fue PAMI.
Pero, si bien la obra social estatal de los jubilados es la única que ofrece la cobertura total de este costoso aparato, las demoras que deben sortear quienes soliciten uno suenan contradictorias.

Mientras la actual jubilación mínima oscila en los 800 pesos, ¿cuál es el precio de un audífono en un negocio privado? Según pudo saber este diario, el mercado los vende a valores que varían entre los 700 y los 3.000 pesos. Es decir que adquirir uno por fuera de la prestadora, para un jubilado, es prácticamente inaccesible.

Y la carencia de un audífono para una persona hipoacúsica significa mucho más que aislamiento social o depresión por no poder comunicarse con los demás. "No contar con un audífono a tiempo conlleva riesgos de accidente, porque los ancianos no llegan a escuchar los bocinazos, o que está viniendo un tren", señaló Semino.

La versión oficial
Ante una consulta de Hoy, voceros del PAMI dieron una versión diferente, pero reconocieron cierta demora. "La entrega de audífonos se regularizó en 2005, y ahora los plazos de entrega rondan los 4 meses", aseguraron a este medio, especificando que en 2008 se entregaron 25 mil audífonos, y en lo que va de este año fueron 12 mil los provistos. Para fin de año, tienen estimado entregar otros 13 mil, "con lo cual la demanda quedará satisfecha en un 100%", respondieron desde la prestadora. Aunque admitieron: "Esperamos alcanzar un ideal de entrega de 75 días, es difícil porque siempre van entrando casos nuevos de pedidos de audífonos, y el proceso siempre se demora porque hay que sacar el molde, probarlos, y luego entregarlos".

Otras observaciones

La AGN también cuestionó otras prestaciones del PAMI, como son las campañas de vacunación. "Las demoras en la iniciación y trámite de compra de las dosis generó en la campaña de vacunación 2005 un déficit que limitó la vacunación de afiliados. En ninguna de las campañas auditadas pudo llevarse a cabo con éxito el programa de validación prestacional, como así tampoco se midió el impacto, ni se realizó vigilancia epidemiológica. No se alcanzó la meta indicada por la OMS de vacunar al 50% de la población blanco", dice el informe.

Por otra parte, la Auditoría destacó que la obra social "brinda adecuada cobertura a sus afiliados en la entrega de marcapasos y cardiodesfibriladores. No obstante, las adquisiciones de marcapasos se realizaron cuando el stock estaba en un punto crítico. También se observó asimetría en los tiempos de entrega según los afiliados sean del área metropolitana o del interior del país, con demoras importantes del trámite en el caso de estos últimos, situación a la que contribuye la falta de stocks locales de marcapasos".

¿Qué es la AGN?

La Auditoría General de la Nación (AGN) es el organismo que asiste técnicamente al Congreso en el control del estado de las cuentas del sector público. Verifica el cumplimiento contable, legal y de gestión por parte del Poder Ejecutivo Nacional; controla la exposición completa, clara y veraz de las cuentas públicas y analiza la administración de los intereses fiscales.
Controla y no coadministra la cosa pública: examina hechos, actos y documentos, una vez finalizados los ejercicios contables de los entes que se haya decidido auditar. Con sus informes de auditoría, que incluyen comentarios, conclusiones y recomendaciones, asesora al Poder Legislativo sobre el desempeño de la Administración Pública Nacional y la situación de la hacienda pública. La Auditoría está a cargo de siete miembros designados cada uno como Auditor General, con título universitario en el área de Ciencias Económicas o Derecho, con probada especialización en administración financiera.