El control in situ se precipitó después de que trascendiera que la comuna que dirige el intendente José Perea gastó prácticamente los 60 millones que le ingresaron a la cuenta de regalías desde fines de 2004. Según había admitido el secretario de Hacienda comunal, sólo 300 mil pesos quedaban como remanente.

El municipio presentó entre 2005 y 2008 numerosos proyectos para financiar con esos recursos por un monto superior a las 67 millones; es decir, que contaba con proyectos de inversión que superaban los ingresos.

El presidente del TC, Mardonio Díaz Martínez, detalló que la auditoría buscará establecer si los fondos se gastaron según los objetivos que fija la ley y cómo se ejecutaron esos gastos.