Chaco.- "Hemos esperado más de cien años para tomar el toro por las astas de este mal o asesino silencioso", trazó el doctor Jorge Yanovsky, directivo de la Asociación Carlos Chagas, la institución que hace pocos días firmó un convenio con el Instituto de Seguridad Social, Seguros y Préstamos (Insssep) para la puesta en marcha del Programa de Control de Chagas de la obra social provincial. El acuerdo, que será pionero en el país, permitirá acompañar a una cifra estimada entre 30.000 y 40.000 infectados entre los adherentes al Insssep con más de 15 años de edad. Será también una forma de comenzar a saldar una gran deuda pendiente en materia sanitaria. 

En un reportaje con el portal de noticias Chaco Día por Día, el científico hizo serias advertencias al conjunto de la sociedad: "En la Argentina, desde hace no menos de 25 años se realiza sistemáticamente el control serológico de los donantes de sangre. Se efectúan en promedio 800.000 recolecciones de sangre para transfusión. En ese período se realizaron un total aproximado de 20.000.000 de serologías para Chagas. Estas deben haber arrojado, según los promedios estadísticos, un millón de infectados". El científico, de reconocida trayectoria y prestigio, reveló además que "los bancos de sangre de los hospitales Perrando y 4 de Junio han detectado un 24,5 por ciento de enfermos de Chagas entre personas que se creían lo suficientemente sanas y se sentían lo suficientemente bien como para ir a donar sangre". "Del Chaco saldrá la luz sobre el mal de Chagas", confió, y agregó: "Todos están invitados a construir la historia, entre todos y cada uno con su aporte. Convoco a todos los chaqueños para que acepten la invitación y el desafío, con el compromiso que implica". 

El silencio de la OMS ¿Por qué se enfrentó nada menos que con la Organización Mundial de la Salud? Usted se refiere al artículo en la revista "Transfusión" del mes pasado y al que todavía ninguna autoridad de la OMS ha respondido. Si yo quiero discutir con alguien sobre seguridad de las transfusiones de sangre lo hago en la revista científica más importante del mundo en la materia, por eso mi artículo en Transfusión. Y conste que no me he peleado, sólo he puesto en advertencia a los responsables de efectuar transfusiones de sangre que si usan solamente los criterios de la OMS para decir que están dando "sangre segura" corren el riesgo de infectar a un mínimo del 3 por ciento de los receptores de esa donación. Una cosa es recibir sangre en Noruega de un noruego que nunca viajó a un área endémica, con muy bajas o nulas posibilidades de tener Chagas, que hablar de un país como el nuestro, de alta prevalencia de la enfermedad. Fíjese que en Argentina se extrae un promedio de 800.000 donaciones de sangre por año. Asumamos que en la Argentina existe aproximadamente un 10 por ciento de la población con Mal de Chagas y saque la cuenta, va a tener 80.000 donaciones de enfermos de Chagas en un año. Es gente que se siente bien y sana, por eso va a donar sangre, pero por otro lado es gente que está enferma realmente y no lo sabe o si lo sabe nadie lo ayuda, nadie lo acompaña. Le ponen la etiqueta de "chagásico" y lo mandan de vuelta a la casa. Más allá de que es un término aborrecible y discriminatorio ante una persona enferma, nadie hace nada al respecto. Pruebe a ponerle la etiqueta de "sidótico" a un ejecutivo víctima del SIDA y va a ver cómo se le viene medio mundo encima. Mi objeción y llamado de atención es que si en Argentina acatamos los criterios de la OMS, como los únicos válidos, vamos a tener un mínimo de 2.400 personas que se infectan con Chagas por año al recibir una transfusión de sangre. La sangre que un enfermo recibe para salvar su vida lleva entre sus componentes a un parásito que luego le quita esa misma vida que pretende salvar. Nosotros, desde la Asociación, hemos llegado a un nivel de desarrollo tecnológico que nos da una certeza diagnóstica de prácticamente un 100%, digamos un 99,98 %. Entonces de esos 80.000 enfermos de Chagas detectamos 79.984 y se nos pueden "escapar" 16 donantes enfermos como máximo. Con nuestro nivel de desarrollo y criterios de laboratorio se enfermarían 2.984 personas menos de Chagas transfusional por año, lo que no es un tema menor. Es evitar 30.000 nuevos enfermos de Chagas en 10 años y aproximadamente 10.000 muertes cardíacas prematuras en 10 años. Y a esto no lo digo yo ni lo dice la Asociación, nuestras tecnologías y desarrollos están validados por los organismos de control más exigentes del país y del extranjero en cuanto a su precisión diagnóstica y al mismo costo que lo que pretende imponer la OMS. En el Chaco, esa cifra de riesgo es muy superior por la alta prevalencia del Chagas. Los Bancos de Sangre de los Hospitales Perrando y 4 de Junio han detectado un 24,5 % de enfermos de Chagas entre personas que se creían lo suficientemente sanas y se sentían lo suficientemente bien como para ir a donar sangre. Una de cada cuatro personas. También fue publicado en la revista Transfusión. Es alarmante intentar pensar en lo que nos encontraremos en El Impenetrable. 

Acompañamiento clínico 

La trascendencia que el tema tiene para la vida de cientos de miles de afectados por la parasitosis nos debe obligar a instalar conductas médicas que pongan en evidencia riesgos ocultos e intenten contenerlos. Estamos intentando, junto al Insssep, desarrollar una propuesta de acompañamiento clínico activo de los infectados, mediante un programa de atención médica regular que implemente crecientemente las recomendaciones del Consenso de la Federación Argentina de Cardiología y de la Asociación sobre el llamado "ex período indeterminado" en ausencia o en presencia de una escasa signología cardíaca. Un aspecto relevante de la cuestión es el costo de esta atención y su incidencia relativa en el gasto médico total. Este punto hasta ahora no ha sido abiertamente debatido ni hay ningún consenso al respecto. Sin embargo, adquiere especial proyección cuando la prevalencia de la parasitosis puede ser muy alta. Un caso líder ¿Cómo y por qué se hizo el convenio entre la Asociación y el Insssep? Este es un caso líder. No tiene precedentes en el mundo. Hace pocos días se suscribió, entre ambas instituciones, un convenio para la organización de un programa de prevención de la enfermedad cardíaca en Chagas. Antes de abordar el acuerdo y sus alcances, es de destacar que el objetivo de la Asociación Carlos Chagas es hacer vigilancia médica activa. Este concepto se deriva de un fenómeno ampliamente conocido: la condición silenciosa de la llamada "Tripanosomiasis Americana" o "Mal de Chagas". El paciente no la siente, el médico no la percibe, pero muchas veces tampoco la piensa, aun en áreas muy endémicas. 

La sociedad mientras tanto la ignora, salvo para agitarla mediáticamente y lamentarse de la pobreza. El convenio al que nos referimos permitirá acompañar a una cifra estimada de 30.000 a 40.000 infectados entre los adherentes al Insssep con más de 15 años de edad. Estos son 165.000 y representan el 75 por ciento del total de afiliados. Aún no tenemos datos fehacientes de la prevalencia de infección en menores de 15 años, los que podrían ser tratados parasitológicamente con éxito. Un aspecto por destacar del programa es la constitución de un bio-banco con las muestras de sangre entera regularmente obtenidas de los infectados (no menos de una por año). En un contenedor ?Reefer? de 40 pies cúbicos de capacidad se podrán conservar a -20ºC hasta 1.000.000 de alícuotas con 1 centímero cúbico de sangre mezclada con dos partes del líquido conservante del sistema Serokit. ¿Cree que alguien puede no confiar en un proyecto inédito como el que menciona? Vale reflexionar sobre algo que yo le pregunto a usted e invito a que alguien me dé la respuesta. En la Argentina, desde hace no menos de 25 años, se realiza sistemáticamente el control serológico de los donantes de sangre. Se efectúan en promedio 800.000 recolecciones de sangre para transfusión. En ese período se realizaron un total aproximado de 20.000.000 de serologías para Chagas. ¡20 millones!Estas deben haber arrojado, según los promedios estadísticos, un millón de infectados. ¿Dónde están ubicados? ¿Dónde están registrados sus acompañamientos clínicos evolutivos? ¿Están vivos?