El presidente de la Auditoría General de la Nación ratificó su negativo informe sobre la situación
Mecanismos "distorsivos" y fallas en el régimen sancionatorio que aplica el Estado, fueron señalados como los factores que contribuyeron al colapso de los recursos pesqueros, debido a su sobreexplotación. Reconoció que hay conciencia del problema, pero que falta "un ámbito de articulación" para la implementación de políticas claras que tiendan a revertir la situación.
"Cada vez se agravan más los factores que inciden en el colapso" de los recursos pesqueros del mar Argentino, reconoció ayer el presidente de la Auditoría General de la Nación (AGN) en diálogo con este medio. Por eso entendió que para revertir la situación hay que atacar todos los factores que lo están causando.
El doctor Leandro Despouy, formado en Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales con especialización en Derecho Internacional Publico, estuvo ayer en Mar del Plata para participar de la segunda audiencia convocada por el juez Alfredo López, en el marco de la causa que investiga la supuesta inconstitucionalidad de algunas medidas aplicadas por la Secretaría de Pesca de la Nación.
La Auditoría General de la Nación trabajó varias veces sobre el tema de los recursos pesqueros y ayer Despouy ratificó totalmente el negativo informe que presentó la cartera en el Congreso Nacional.
Tanto en las auditorías que se realizaron para los años 1996 y 1997, como para la que analizó la situación pesquera hasta el 2006, el organismo detectó que "se había incrementado la explotación e inclusive se habían pasado los niveles autorizados, se establecían metas, se disminuían los cupos y cuando uno los medía al año siguiente se veía que las restricciones como consecuencia del riesgo del agotamiento del recurso por sobreexplotación no solamente se habían violado sino que era en porcentajes que en algunos casos llegaban al 200%" detalló.
Ya en el informe de 2001, la AGN estableció que se estaba "frente a situaciones alarmantes" y si bien se adoptaron algunas medidas "no han logrado revertir ese riesgo permanente de estar al límite, no de las posibilidades de pesca, sino de las posibilidades racionales de pesca".
"Cuando hicimos la última auditoría vimos que algunas de las recomendaciones -de orden administrativo- habían tenido algún tipo de mejora organizacional, pero de todos modos había insuficiencias en la problemática de control".
En ese sentido Despouy detalló que "la situación de los inspectores es muy grave, se ve que aun cuando existía un sistema muy permisivo el sistema sancionatorio no tenía ninguna eficacia e inclusive presentaba rasgos de fomentar los incumplimientos habilitando vías de corrupción evidentes".
Entre esos rasgos indicó que el informe ratificó la existencia de "diferencias entre los partes en barco y los partes que se verifican en el desembarco en el puerto" apuntando que las diferencias variaban entre el 39 y 300%, cuando el margen de tolerancia es del 10 o 15% aproximadamente.
"Esto tiene impacto de todo punto de vista, no solamente impositivo, contable, sino también estadístico y al mismo tiempo de la atribución de los cupos" entendió el auditor.
"Esta distorsión entre lo que se reconoce y lo que se declara debe terminar" enfatizó, señalando que también "hay que tener mucho cuidado con algunos mecanismos de orden compesatorios, porque pueden generar un sistema en el cual el empresario puede decir: 'Yo no voy a reconocer el 30% de lo que pesco y si tengo que pagar una multa, traslado al costo lo que puede significar la multa".
Asimismo consideró que "el régimen sancionatorio, da la impresión que es totalmente inequitativo". En ese aspecto señaló que "se deberían verificar varias cuestiones, como el registro de reincidencias, tiene importancia para saber quién ha incumplido más, quién menos, qué sanción merece quien incumple todos los días y quién incumple una vez al mismo tiempo de la atribución de cupos".
"Incentivos para incumplir"
Tras aclarar varias veces su función de observador y recomendador, pero no de responsable de la implementación de las políticas señaló que el registro es "un instrumento muy importante de control de la explotación para disciplinar el comportamiento de los distintos actores". Más adelante y siempre a la luz de las auditorías cuestionó las multas.
"Según vimos se estima que correspondería haber aplicado del 2002 al 2006, aproximadamente 116 millones de pesos en multas, pero se certificaron para cobrar 26 millones y solamente se percibieron 6 millones. Hay una diferencia tan grande, que cuando se ven las cifras se piensa que es un incentivo para incumplir, no tiene sentido cumplir".
"Cuando hay una acumulación de pesca intensa, sin la racionalidad de respetar los criterios fisiológicos de la reproducción va teniendo como consecuencia ponernos siempre en el límite del colapso y al mismo tiempo generando una composición de nuestro litoral marítimo en materia de recursos, con especies más pequeñas que las que teóricamente podría producir", analizó Despouy, reflexionando que "tengo la intuición que Argentina es un país que no tiene conciencia marítima".
Y arengó sosteniendo que "tenemos que pensar que estamos frente a un recurso vital, trascendente, son 1100 millones de dólares solamente de exportación el año pasado, estamos hablando de márgenes importantes pero explotando un recurso en riesgo, si proyectamos hacia el futuro vamos a ver que esta situación se acentúa".
Despouy valoró la actuación de la Justicia para acercar posiciones "cuando los sectores ven insuficiencia en el comportamiento estatal para que se cumpla una normativa y se va produciendo una situación de daño que prevé que genera conflicto".
Hasta ahora el sector estatal no ha concurrido a la convocatoria.
El auditor hizo referencia al "espíritu" de la Ley de Pesca recordando que "dice que todos los sectores deberán tratar de colaborar de tal manera que se logre un equilibrio equitativo, pensando en los principios de necesidad, solidaridad y a la vez hacer una proyección intergeneracional, porque cuando hablamos de recursos no solamente hablamos del presente, sino también estamos comprometiendo el futuro".
Camino al equilibrio
Por eso indicó que "entre las propuestas que hacemos, decimos que entre los métodos posibles para lograr el equilibrio entre mantener la industria de la pesca la actividad extractiva, la necesidad de abastecimiento y algunos márgenes de exportación requiere una política muy consciente, científicamente elaborada, sobre cuáles son aquellos -por lo menos- dos grandes rubros de zonas que por agotamiento, depredación, sobreexplotación, han sufrido mayores castigos y a ellos preservarlos por el lapso que se requiere para el desarrollo biológico".
Para el presidente de la AGN "esto permitiría, en un lapso, revertir esta tendencia hacia el agotamiento del recurso y en ese caso, con políticas acertadas se podría mantener un cierto nivel de extracción aceptable que permita mantener la industria, mano de obra y nivel de industrialización que tiene la ciudad".
En cuanto a la conciencia de todos los sectores -más allá del Estado- Despouy reconoció que "tengo la impresión que todo el mundo sabe que hay que hacer algo y que ese algo pasa por eso, pero teme que no se gane nada con que sean uno o dos lo que lo hacen, sino que tiene que haber una autoridad de aplicación que pueda decirnos a todos en esta situación: 'los intereses comunes de todos convergen en esta política y transformarse en el árbitro".
"Ideas hay muchas, conciencia bastante, pero sobre la implementación hay gran desazón, frustración" aseveró para finalizar.