El presidente de la Auditoría General de la Nación (AGN), Leandro Despouy, reveló ayer ante dos comisiones del Senado que Aerolíneas Argentinas y Austral tienen un patrimonio neto negativo superior a los 102 millones de pesos.

El dato de la AGN proviene de los borradores de una auditoría realizada por la empresa Price Waterhouse a pedido de Marsans, empresa propietaria de ambas líneas aéreas.

Según señaló el senador radical Gerardo Morales, una compañía en esa situación debe ser liquidada o capitalizada y no rescatada, como pretende el Gobierno con el proyecto de ley que tiene media sanción de la Cámara de Diputados y ahora está debatiendo el Senado en comisión.

La presencia de Despouy sirvió también para desnudar el caos contable en que se encuentran sumidas ambas compañías aéreas, ya que reveló que apenas un mes antes la Auditoría había recibido otro informe de Price Waterhouse que declaraba que Aerolíneas y Austral tenían un patrimonio neto positivo de 56 millones de pesos.

"Los borradores entregados por Price son significativamente diferentes: pasamos de tener patrimonio positivo a uno negativo de 102 millones de pesos", afirmó Alfredo Fólica, uno de los cincos miembros de la AGN que acompañó a Despouy en el Senado.

Según los expertos de la Auditoría, las principales diferencias entre ambos documentos radican en la valuación de los bienes de uso (en particular la anotación de aviones en leasing como patrimonio de las empresas) y en la forma cómo se contabilizó la venta anticipada de pasajes.

Los auditores también destacaron que ambas empresas todavía no tienen aprobados sus balances correspondientes al año 2007. Antes de esta exposición estuvieron por las comisiones de Infraestructura, Vivienda y Transporte y de Presupuesto y Hacienda los representantes de gremios aeronáuticos, que apoyaron la idea del Poder Ejecutivo de que no hay otra salida para solucionar la crisis de Aerolíneas y Austral que la estatización, y rechazaron cualquier posibilidad de crear una nueva empresa o la expropiación. El mismo argumento que anteayer había planteado en el mismo escenario el controvertido secretario de Transporte, Ricardo Jaime.

Apoyo sindical

El paso de los sindicalistas no fue del todo tranquilo, por lo menos para el titular de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, Ricardo Frescia, que no pudo explicar con solvencia por qué ahora denuncia el vaciamiento de las aerolíneas cuando hace poco menos de dos años había firmado una solicitada en apoyo deMarsans que negaba la existencia de tal situación.

Si bien la orden del Gobierno es no modificar el proyecto más de lo que lo hizo Diputados, en el bloque oficialista se seguía discutiendo ayer cómo saldar la admisión de parte del secretario de Transporte de que el acta acuerdo firmada con Marsans sigue vigente.

Para algunos, como el jujeño Guillermo Jenefes, al proyecto debe incorporársele una cláusula que establezca que si Marsans no acepta la valuación del Tribunal de Tasación de la Nación, el precio que fije deberá servir para proceder a la sanción de una ley de expropiación de las aerolíneas. Otros, como Sonia Escudero, no están dispuestos a votar la media sanción de Diputados si no se le introducen mejoras.

En la vereda de enfrente se ubica el santacruceño Nicolás Fernández, para quien Marsans aceptó, al firmar el acta acuerdo, que los actos de Jaime deberían ser refrendados por el Congreso para tener validez legal. Por su parte, el jefe del bloque, Miguel Pichetto, prefiere esperar hasta la semana próxima para ver si traslada estas inquietudes a la Casa Rosada.

El tratamiento del proyecto continuará hoy, a partir de las 10, con la presencia de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico, liderada por Ricardo Cirielli, un duro opositor a la propuesta de nacionalización del Gobierno, y el gerente general de las líneas aéreas puesto por el Estado, el ex intendente de La Plata Julio Alak.