Publicado: 04-07-09 
  
El organismo de contralor está instalado en ambas comunas desde ayer, revisando las cuentas del primer semestre de 2007. Sin embargo, se apunta a algunos manejos durante la última campaña política, que comprometerían por caso al intendente Elpidio Guaraz.


El Tribunal de Cuentas de la provincia ordenó la realización de auditorías sorpresa en varios municipios, entre ellos, Los Altos y Bañado de Ovanta.
Los controles de los movimientos contables de esas comunas fue realizado exhaustivamente desde ayer, y podría extenderse hasta hoy. Si bien desde el organismo de contralor se aseguró extraoficialmente a este diario que "se trata de auditorias de rutina", la sorpresiva visita tiene que ver con supuestas denuncias que habrían llegado al TC sobre el manejo de bienes estatales durante la reciente campaña política. No obstante, oficialmente se supo que se revisa todas las cuentas del  primer semestre del año 2007, en ambas comunas, durante la jornada de ayer, y se extenderá hasta hoy si se finaliza con el control.


Esta auditoría, especialmente en el municipio de Bañado de Ovanta, que conduce el kirchnerista Elpidio Guaraz, tendría como objetivo corroborar esas supuestas prácticas clientelares durante el reciente proceso electoral que concluyó el pasado domingo. El dirigente K ganó cómodamente en ese distrito, y logró las dos bancas de concejalías en juego al obtener una diferencia de más de 700 votos.


Las sospechas sobre dádiva y compra de voluntades se hicieron más férreas cuando la Auditoría General de la Nación confirmó que ese municipio recibió ayuda extra directamente de la Nación, a través de convenios de obras, y planes productivos y de empleo.


Además, en el caso de Bañado de Ovanta, se denunció la presencia de militantes tucumanos en los días previos y durante el acto eleccionario del domingo, lo que alentó no sólo las sospechas de posible fraude, sino la de uso de los recursos públicos en la campaña. Con esos datos en mano, los "sabuesos" del organismo de contralor se instalaron desde horas tempranas en dependencias comunales, y comenzaron a requerir todo tipo de documentación relacionada con los movimientos de fondos, con la mirada puesta especialmente en algún dato que permita comprobar las acusaciones.
Similar medida tomó el Tribunal de Cuentas pasadas las elecciones del 8 de marzo, con los municipios de Huillapima, que dirige Omar "Lico" Santucho, sobre quien pesarían nuevas denuncias de clientelismo y estaría en la lista de espera para ser visitado.

¿Sorpresa?

Si bien este tipo de acciones sorpresivas del Tribunal de Cuentas tiene el objetivo de caer sobre la gestión municipal en cualquier momento, el hecho de que se filtre la información de la "visita" generalmente disminuye el efecto buscado: sorprender en alguna práctica no permitida por las leyes contables y administrativas que rigen la actividad pública. Por eso, es llamativo que -según se informó extraoficialmente- una de las inspectoras, la CPN Marta Guaraz, acompañada de la CPN Antonia Funes, haya sido la encargada de auditar al municipio que conduce supuestamente su hermano.