NEUQUÉN.- El Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo (Iadep) está en la mira del Tribunal de Cuentas de la provincia. Al menos en las últimas cuatro auditorías que le realizó al organismo le objetó haber otorgado créditos con garantías insuficientes y en muchos casos, no haber inscripto las hipotecas. Falta de documentación, irregularidades en la contabilidad y reiteradas advertencias sobre faltas a la ley de administración financiera de la provincia (2141) son sólo una parte de las objeciones planteadas por los auditores y, luego de los descargos, ratificadas por acuerdos del Tribunal.

Las observaciones constan en los informes de la auditoría fiscal y los acuerdos del Tribunal de Cuentas correspondientes a los ejercicios 2003, 2004, 2005 y 2006, el último que se realizó debido a que el organismo audita con un desfase de dos años. En todos se reiteran las mismas advertencias y recomendaciones, que ninguna de las autoridades que se sucedieron al frente del ente durante la última gestión del ex gobernador Jorge Sobisch acató. El Tribunal de Cuentas ordenó los sumarios y continúa las investigaciones, pero no hay causas penales sobre los funcionarios.

Las faltas que, tomando los informes de auditoría y considerando los descargos de las autoridades del ente de desarrollo, el Tribunal de Cuentas detalló en su informe sobre el ejercicio 2003 no surgieron ese año, sino desde los primeros pasos del IADEP. En el acuerdo 2266 del Tribunal se dio cuenta de que "las intimaciones, advertencias y sanciones pecuniarias aplicadas a los encargados de la gestión del Ente en ejercicios anteriores (2000, 2001 y 2002) no han resultado conducentes para encauzar la gestión administrativa del organismo". Tras detallar faltantes de documentación y "no haber podido constatar la existencia de un control interno que permita obtener información válida para registrar los movimientos de los fondos del Ente", el Tribunal decidió "emitir un severo juicio de reproche a los funcionarios" por no haber dado "cabal y estricto cumplimiento a la legislación vigente". Esta última frase coincidió en los sucesivos informes hasta el último, del año 2006, donde las principales objeciones y tal como publicó "Río Negro" semanas atrás, se centraron en los créditos otorgados a los bodegueros del Chañar.

Las auditorías detectaron métodos de registro contable de manera global que impidieron conocer el detalle de los montos prestados, los índices de cobro o incluso los movimientos de las cuentas bancarias del organismo. Desde el año 2000, todo fue misterio en el Iadep y de nada sirvieron las recomendaciones a los sucesivos titulares del ente, Félix Racco, Nicolás Salvatori, Carlos Ciapponi, Rodolfo Káiser para resolver las irregularidades.