Las elecciones del 28 de junio dejaron dos resultados para tener en cuenta. Por un lado, y la razón de ser del acto cívico, los votos que le permite a cada partido político alcanzar o no el objetivo propuesto, en esta oportunidad una banca en el Congreso nacional, la Legislatura provincial o los concejos deliberantes; pero en segundo plano están los montos que cada fuerza política empleó para promocionar a sus candidatos.

Son los denominados gastos de campaña. Según se desprende de las cifras que brindaron a Los Andes, entre las principales fuerzas que estuvieron en pugna en la última elección, en Mendoza el Frente Cívico Federal, el Partido Justicialista y Partido Demócrata invirtieron $ 5.000.000.

Más allá de los requisitos legales que deben cumplimentar los partidos para transparentar el uso del dinero durante la campaña, desde entidades intermedias son un tanto escépticos con los resultados. "Pudimos constatar que los informes que presentan no expresan la dimensión real del gasto", dijo Eliana Luna, presidente de Favim.

Basó su comentario en la experiencia vivida en las elecciones de 2005 y 2007: "Quisimos seguir de cerca los gastos y firmamos un acuerdo de transparencia con los partidos pero obtuvimos poco. Es una tarea titánica que necesita un seguimiento paralelo durante la campaña. Si no, no sirve", puntualizó Luna.

Cómo obtuvieron esos recursos para financiar un mes de campaña a full, es lo que ahora deberán explicar a la Justicia Electoral en un plazo que no supere los tres meses.

Cuánto autoriza la ley

El artículo 45° de la ley 26.215 de financiamiento de partidos políticos fija como límite máximo para invertir en promoción en Mendoza $ 1.772.772. Este cálculo resulta de multiplicar $ 1,50 por el total de personas que estaban empadronadas.

En la provincia estaban habilitados 1.181.848 ciudadanos.

En la faz provincial los partidos políticos deben ajustarse a las normativas dispuestas por el Tribunal de Cuentas de acuerdo a la ley 7.005.

Dentro del esquema financiero que manejan los partidos para la campaña, las arcas de cada uno son cubiertas por dos vías.

Por un lado, se nutren del aporte que proviene del Estado Nacional (según establece la ley nacional de financiamiento de partidos políticos), de acuerdo a los votos obtenidos en la elección anterior para cada una de las fuerzas participantes y, en segunda instancia (desde donde sale el grueso de los recursos) se financian con recursos que supuestamente salen del bolsillo de los propios candidatos, particulares o empresas afines.

Si bien en los días previos aparecía con un gasto apenas más acotado que el PJ, con $ 1.513.479, el Frente Cívico Federal se transformó en el primero en la grilla con una inversión que superó los $ 2.700.000.

Es que la gente de Cobos hace una interpretación particular de la ley 26.215 de financiamiento de partidos políticos. En el frente consideran que la norma rige para la campaña de candidatos nacionales. Entonces sumó un millón de pesos extra para candidatos provinciales.

César Biffi reconoce que el cobismo desembolsó durante la campaña $ 400.000 que emanaron del Gobierno nacional (el Frente Cívico estaba integrado por varios partidos que participaron en la elección anterior, por lo que les correspondía asignación de fondos), alrededor de $ 1.000.000 más por la venta de tarjetas de dos cenas (Mendoza y San Rafael) a $ 1.000 cada una y $ 1.300.000 de contribuciones privadas.

En este sentido el jefe de campaña detalló que "hay aportes de los candidatos equivalente a una, dos o más dietas según el cargo (Ernesto Sanz, Laura Montero, Mariana Juri, Ricardo Mansur y Enrique Thomas desembolsaron $ 25.000 cada uno), dinero que llega por los dirigentes o actuales legisladores y también las ayudas de afiliados y simpatizantes", expresó.

En el segundo escalón aparece el PJ que se aferra a la ley 26.215 y admite una erogación de $ 1.698.000 por todo concepto. "Recibimos $ 135.000 del Ministerio del interior, $ 350.000 que son recursos del partido", que se obtienen por los descuentos mensuales a legisladores y funcionarios de todos los organismos oficiales.

También "hay aportes de los candidatos (una dieta los concejales y dos dietas legisladores provinciales y nacionales) y de allegados y afiliados que colaboraron con la compra de las tarjetas de una cena con un costo de $ 1.000 cada una", informó Horacio Delgado, tesorero del PJ.

Dentro del paquete queda exenta la publicidad de gestión que realizó el gobierno de Jaque.

En el tren de gastos el partido Demócrata aparece como el más austero de los tres. Del presupuesto previsto inicialmente, admiten que apenas pasaron la barrera de los $ 600.000.

"Hay $ 100.000 que recibimos del Ministerio del Interior, por los votos de la última elección. El resto son aportes de los candidatos y los afiliados". Al mismo tiempo descartaron cualquier ingreso extra: "Nosotros no tuvimos dinero que proviniera de empresas u otros ámbitos", detalló Antonio Spezia, jefe de campaña del PD.