En la Universidad Nacional de Misiones (UNAM) agotaron subsidios que estaban destinados a investigaciones pese a que los proyectos no fueron ejecutados.

El dato figura en un informe de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) que detectó, además, la existencia de proyectos que rindieron gastos por montos superiores a los fondos que tenían disponibles, subsidios sin rendir, e investigaciones que “debieron haber concluido y no han sido ejecutadas”, o registran un avance parcial.

Según el organismo de control, la casa de altos estudios también presenta falencias en su sistema de compras y contrataciones. Es que, más allá de los “reiterados desdoblamientos” de operaciones, la SIGEN destaca “incumplimientos en expedientes de compras directas”, en los que no se acredita la exclusividad del comprador, y faltan informes técnicos, lista de proveedores invitados, cuadros comparativos de oferentes y causas que justifiquen la desestimación de las ofertas de menor valor.

Por otra parte, la UNAM tiene una editorial propia con un único punto de venta de los materiales de estudio. En esa dependencia sólo hay un talonario de facturas y recibos y, para la Sindicatura, eso genera “inconvenientes”, sobre todo “cuando un vendedor se traslada al interior (de la Provincia) llevándose el citado talonario, y quedando la editorial impedida de facturar”.

En cuanto al manejo de los recursos propios de la Universidad, el informe señala un “faltante de rendición de fondos por $ 12.919,88”, en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, donde también se descubrieron contrataciones directas con un “incorrecto encuadre legal” en los emprendimientos de obra pública nacional. Asimismo, la SIGEN observó “gastos efectuados por cajas chicas que pudieron haber sido previstos y ejecutados a través de los mecanismos legales de compras y contrataciones”, y adelantos de haberes al personal -y a pasantes-, que no estaban contemplados en la normativa vigente. También se encontraron “becas pendientes de rendición, abonadas (mediante) una cuenta corriente que no consta en el listado de cuentas” de la UNAM.

La Sindicatura analizó expedientes relacionados con la compra de ómnibus, monitores de PC, equipos de aire acondicionado y servicios de reparación de autos de la UNAM, y constató que faltaban “copias de los pliegos” sobre los que se presentaban las cotizaciones de los oferentes y el listado de los invitados a cotizar.

Para el mantenimiento de sus sedes, la casa de altos estudios creó un “fondo especial para refacciones varias” que “no se corresponde con ninguno de los mecanismos legales de contratación existentes en el ámbito de la Universidad”, dice la SIGEN.

El informe, aprobado el año pasado sobre datos de la gestión 2007, sostiene que la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la UNAM “no cuenta con una estructura apropiada ni con recursos suficientes”, y, además, registra una “ineficaz defensa de los intereses del erario público”.

Sobre la elaboración del presupuesto de la Universidad misionera, la Sindicatura afirmó que “no están definidos ni cuantificados los productos ni las metas”, y que hay “errores en la registración de los gastos de acuerdo a la clasificación presupuestaria”.

En materia de gestión académica, el informe resalta que se hallaron casos de alumnos de la Facultad de Ingeniería “con distinto legajo en la misma carrera”, o que “rindieron exámenes con anterioridad a la fecha de ingreso”. Y, tras analizar la Facultad de Artes, surgieron “deficiencias en las Actas de Examen: modificaciones o enmiendas no salvadas por el Tribunal Examinador, falta de firmas, y agregado de alumnos sin autorización del responsable”, completó la Sindicatura.