El saldo fue dispar. Para el oficialismo, se respondieron todos los cuestionamientos de los ediles sobre la contratación de los servicios de la cooperativa Magui Mar. Para la oposición, quedaron "muchas dudas". El intendente Sciurano lamentó el nivel de "agresividad" que hubo en el recinto. El concejal Pino denunció amenazas y agresiones.

Ushuaia.- Agresiones verbales, amenazas y acusaciones cruzadas entre funcionarios municipales, integrantes de la Cooperativa Magui Mar y ediles de la oposición obligaron ayer al presidente del Concejo Deliberante de Ushuaia, Damián de Marco, a pedir un cuarto intermedio en la interpelación de Viviana Guglielmi (secretaria de Desarrollo y Gestión Urbana) y Hugo Cano (subsecretario de Servicios Públicos). De Marco tomó la decisión argumentando falta de condiciones mínimas de seguridad para continuar con las actuaciones, ante el cariz que tomaban los incidentes que se produjeron en el recinto de sesiones.

Finalmente, por la tarde y con los ánimos atemperados, el trámite parlamentario pudo concretarse con saldo dispar según las partes. Para el oficialismo, se dieron las explicaciones requeridas por los ediles y se dejó en claro que no hubo irregularidades. Para la oposición, quedaron "muchas dudas" y el accionare de los funcionarios involucrados fue poco claro.

Cabe recordar que Guglielmi y Cano fueron citados por los ediles para responder sobre supuestas irregularidades en la contratación de los servicios de Magui Mar, lo que habría generado un perjuicio económico al Municipio. Incluso, el Tribunal de Cuentas denunció en la Justicia a ambos por este motivo. 

Mañana trajinada 

Lo cierto es que ayer se dieron cita en el recinto el intendente Sciurano y una importante cantidad de funcionarios, con el objeto de respaldar políticamente a los interpelados. Más allá de ello, el objetivo del jefe del ejecutivo municipal era que se sumaran a la interpelación el secretario de Finanzas, Gustavo Zamora, y su par de Gobierno, Patricia Bertolín, pero su solicitud fue rechazada por el cuerpo. 

Desde el inicio mismo del encuentro parlamentario los ánimos se fueron caldeando, cuando la concejala radical Adriana Chapperón cuestionó al justicialista Juan Pino -principal crítico de las contrataciones-, por considerar que quiso incorporar cuestiones no previstas en la agenda. A continuación Pino denunció que desconocidos le tajearon una de las cubiertas, lo que generó el descontento de los trabajadores de las cooperativa, que días atrás fueron sindicados como lo autores de un hecho similar en perjuicio del concejal Luis Verdile (ARI).

El desmadre llegó cuando Pino aseveró que Sciurano concurrió al recinto con funcionarios y con los integrantes de Magui Mar para intimidarlo y amenazarlo, a lo que el jefe del Ejecutivo capitalino respondió a viva voz que "sos un payaso, yo me defendí toda la vida solo".

Luego irrumpió en escena uno de los cooperativistas, quien insultó reiteradamente a Pino y le recriminó su actuación como concejal, ante lo cual De Marco decidió cortar por lo sano y posponer el debate. 

Por la tarde, las explicaciones 

Como se anticipó, para los funcionarios "se aclararon todas las dudas y se respondieron cada uno de los planteamientos".

Guglielmi interpretó que "creo que se aclararon muchas dudas y pudimos responder a cada uno de los planteos que realizaron los concejales", y si bien "Pino planteó su preocupación por la forma de proceder de esta gestión", evaluó que "creo que en el fondo lo que le preocupa es que esta Administración está avanzando y realiza lo que tiene que hacer".

La secretaria de Desarrollo y Gestión Urbana observó que la interpelación "forma parte de las vicisitudes de quienes integramos una gestión", y ante ello "se pueden cometer errores pero lo importante es demostrar la buena fe con la que se obra, que uno está actuando en beneficio de la ciudad y que todo lo que hace es para que la comunidad tenga una mejor calidad de vida".

En tanto, Sciurano aseveró que "hemos hecho nuestro mayor esfuerzo para dar respuesta con documentación, con imágenes, con argumentos muy claros a cada una de las cosas sobre las que se nos preguntó".

Para el intendente, "fuimos muy claros en demostrar que no existió perjuicio fiscal porque hemos presentado imágenes que muestran cuál era la situación existente en el camping municipal y cómo quedó después de los trabajos que se llevaron a cabo", lo cual "demuestra que el dinero que se gastó en materiales está en la obra".

"Para nosotros era muy importante, no sólo por el Concejo Deliberante sino por toda la comunidad, dejar perfectamente aclarado que el dinero que se gastó para llevar adelante una obra está, precisamente, puesto en esa obra y que nadie se ha quedado con lo que no es suyo", insistió.

En cuanto a los cruces de la mañana Sciurano planteó que hubo "actitudes demasiados agresivas, hubo muchas actitudes fuera de lugar", y cuestionó que Pino "dice con mucha facilidad cosas que afectan mi buen nombre y honor, porque da a entender que yo vengo con un grupo de personas para defenderme cuando siempre me he puesto a disposición de todas las instituciones y lo he hecho solo, sin que nadie me acompañe". Y agregó que el edil justicialista "ha hablado sobre mi familia y ha dicho que soy un patotero". No obstante, lamentó "haber levantado la voz, pido las disculpas del caso y espero que se comprenda cuál fue el momento que se vivió".

Posteriormente, después del cuarto intermedio la interpelación "tuvo un marco distinto, a pesar de que tuve la sensación de que el concejal Pino volvía a preguntar lo que acabábamos de responder". 

Más dudas que certezas 

En contrapartida de las apreciaciones del intendente, los concejales de la oposición plantearon sus objeciones sobre las explicaciones de los funcionarios del Municipio.

Para Pino "existen "muchas dudas" sobre el accionar del Ejecutivo municipal en materia de trámite administrativos, ya que "uno va viendo determinadas cosas a lo largo del tiempo y es nuestro deber ejercer el control; por ejemplo, en esta gestión se una cantidad de multas y denuncias efectuadas que no podemos dejar pasar".

En esa línea, indicó que el expediente municipal por el servicio se haya iniciado con la factura, por monto aproximado de 21 mil pesos, "sin un pedido de contratación del servicio en el que por lo menos debió haberse estimado la cantidad de materiales y de personas necesarias para el trabajo".

El concejal detalló que "la empresa elevó nota a la subsecretaria Guglielmi presentando factura Nº 381 por 21 mil pesos en concepto de materiales utilizados para llevar a cabo el mantenimiento de garitas, el camping, ingreso a la ciudad y otras tareas; eso se envió al subsecretario Cano para continuar el trámite; él mismo dice ‘continuar el trámite de cancelación'. Estamos diciendo que en este caso se presenta, no un pedido de contratación como lo establece la ley 6, sino que éste se inicia directamente con la factura y no el pedido del servicio. No existe un funcionario, un director o personal de planta que haya hecho el requerimiento".

En tanto, para Verdile "existió una serie de errores que pudieron haberse resuelto si se hubiese apelado a una relación más fluida", y cuestionó que Sciurano "haya pretendido hablar por los interpelados. Eso, en cierta medida, deja mal parados a los funcionarios interrogados quienes son los que deben dar las respuestas y pruebas concretas".

Por su parte, el edil Luis Cárdenas (PFF) hizo hincapié en lo observado por el Tribunal de Cuentas sobre "incumplimiento de la ley 6 de Contabilidad", siendo que para el oficialismo la metodología de contratación aplicada es la misma que aplicaba la gestión municipal anterior.