Publicado: 26-03-2012 
  
Con un día de diferencia, aprobarán proyectos opuestos sobre la gestión del transporte porteño. El Congreso convertirá en ley la ratificación del acuerdo de traspaso

A impulso de la mayoría kirchnerista, el Congreso convertirá en ley el miércoles la ratificación del convenio de traspaso del transporte porteño a la Ciudad; aunque un día antes, y por iniciativa del macrismo, la Legislatura porteña intentará hacer lo contrario y dejar asentado que no es válido el cambio de manos en la gestión de los subtes, el premetro, el tranvía y las 33 líneas de colectivos que operan en el distrito.

La intención del PRO es dejar asentado el conflicto de poderes que envuelve a la disputa ?contraponiendo lo resuelto por el Congreso con la decisión de la Legislatura? y dejar la resolución en manos de la Justicia, adonde ya acudieron tanto la Casa Rosada como el gobierno porteño para quejarse uno contra otro.

Mañana, casi en paralelo con la discusión del tema en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados, la Legislatura tratará 12 proyectos sobre la cuestión. El temario incluye iniciativas oficialistas y opositoras que van desde una consulta popular para definir si la Ciudad debe aceptar la gestión del servicio sin que el Estado nacional le traspase los recursos; hasta la derogación del decreto con el que el jefe del gobierno porteño, Mauricio Macri, aumentó el boleto en un 127%, luego de firmar el acta acuerdo de traspaso con la Nación.

Además, los legisladores porteños debatirán un proyecto para solicitarle al Congreso que disponga la creación de una Agencia Metropolitana de Transporte, con representantes de la Nación, la Ciudad y la provincia de Buenos Aires; un pedido de informes sobre la situación del servicio de subtes; una iniciativa para dejar en manos de la Auditoría General los controles sobre el proceso de traspaso; y un texto que será clave a la hora de la resolución judicial, que advierte que "cualquier transferencia de un contrato de concesión a favor de la Ciudad requerirá para su efectiva aplicación la conformidad de la Legislatura".

Ese proyecto apunta a neutralizar la ley que rubricará la Cámara de Diputados un día después, donde el kirchnerismo buscará conseguir una mayoría tan abultada como la que acompañó la media sanción del Senado. En la Cámara alta fue clave el apoyo del radicalismo para dejar en evidencia la soledad política de Mauricio Macri frente al tema.

Ahora, la UCR enfrenta discusiones internas, ya que el cordobés Oscar Aguad (ex jefe del bloque en la Cámara baja) y un puñado de legisladores que le responden pretenden acompañar la postura del PRO y rechazar la ratificación del acuerdo. Sin embargo, el actual presidente de la bancada, Ricardo Gil Lavedra, considera que Macri debe honrar el acta firmada y esa será la decisión oficial del bloque.

Así, de repetirse las posturas del Senado, solo votarían junto al PRO algunos integrantes del Peronismo Federal, la Coalición Cívica y los diputados del Frente Amplio Progresista (FAP) que consideró que el Congreso no es el ámbito de resolución de una disputa jurisdiccional.