La titular de la bicameral confía en lograrlo este año
La Defensoría del Pueblo de la Nación está vacante desde hace ocho años y el Congreso quiere saldar esa deuda antes de que finalice 2017, pero hay casi una decena de nombres en danza y eso dificulta el consenso necesario, especialmente dentro del peronismo, clave para el nombramiento.

La Comisión Bicameral de Defensoría del Pueblo, integrada por siete senadores y siete diputados, debe elegir al nuevo defensor para cubrir el cargo al que renunció Eduardo Mondino en 2009 pero su nombramiento definitivo requiere de la aprobación de los dos tercios de cada Cámara, lo que dificulta la tarea.

La presidenta de la bicameral, la senadora oficialista Marta Varela, resaltó en diálogo con NA que "cuando se conformó la comisión el año pasado, en las reuniones se notó que había interés en avanzar con el tema, pero los debates legislativos llevan su tiempo".
"Estamos sentándonos a dar un debate que no se dio por muchos años y no podemos nombrar a alguien a las apuradas, la sociedad merece que nos manejemos con prudencia", sostuvo.

Sin embargo, la cantidad de nombres en danza, dificulta el consenso: en el peronismo había un amplio acuerdo para impulsar al ex diputado Humberto Roggero, apadrinado por el jefe del bloque de senadores, Miguel Pichetto, pero su compañero de banca Omar Perotti instaló en los últimos días el nombre del economista Matías Tombolini.

La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, impulsa al exjuez José María Campagnoli, mientras que el resto del oficialismo se inclina por la exministra de Salud Graciela Ocaña y el peronismo porteño propone al defensor del Pueblo de la Ciudad, Alejandro Amor, o al parlamentario del Mercosur Jorge Taiana, en tanto que el socialismo quiere Héctor Polino, de Consumidores Libres. Según indicaron fuentes parlamentarias, los diputados y senadores de Cambiemos creen que tarde o temprano deberán resignarse a que se imponga uno de los candidatos del peronismo, porque es imposible alcanzar la mayoría de dos tercios en cada Cámara del Congreso sin el respaldo de esa fuerza política.