Nueuquén.- "En distintos expedientes se advirtió que no surge en forma clara la titularidad de la concesión, toda vez que se observaron presuntas transferencias no comunicadas formalmente a la Corporación". 

Ya en septiembre de 2006, la Sindicatura General de la Nación (Sigen) había advertido sobre las irregularidades en la administración de las tierras que la Corporación Interestadual Pulmarí (CIP) entregaba con fines productivos. Por contrato, no pueden ser dadas a otro titular.

Es lo que trascendió la semana pasada, cuando la Corporación dio a conocer que quitó tierras a personas que habían incurrido en la irregularidad. Existe documentación que detalla la transferencia de derechos propiciada por concesionarios a cambio de dinero. 

La Sigen advierte sobre la situación en una auditoría contable que hizo al ente integrado por Neuquén, la Nación y comunidades mapuches, donde menciona la falta de asientos contables de dinero que ingresó, pero no se sabe en qué fue gastado, y al detallar que buena parte de los concesionarios incumplen con los cánones por la tenencia, cifras que (por otro lado) considera inequitativas para el organismo interestadual. 

La auditoría investigó el período 1999/2006, tramo en el que fueron presidentes Jorge Lara, Mario David (Estado nacional) y Daniel Sapag. Y llegó hasta la asunción del nuevo directorio, con Alberto Moreno a la cabeza. 

Entre otros llamados de atención, la Sigen menciona la falta de asientos contables sobre erogaciones de la Corporación de las que no hay respaldo suficiente: se menciona, por caso, la imposibilidad de verificar si cerca de 275.000 pesos destinados a un plan de poda y raleo en 2003 se hayan gastado en esa finalidad. 

A la hora de analizar los ingresos de la corporación por las concesiones que otorgó, la auditoría cuestiona la extensión de los acuerdos de cesión de tierras. 

En este tramo, critica la renovación automática, con plazos de hasta 35 años, de tenencias sobre tierras de Pulmarí para emprendimientos turísticos y productivos cuyo éxito se desconoce. A esto se refiere como un "desequilibrio entre prestaciones recíprocas". 

A manera de conclusión, la Sigen dice que "la carencia de información confiable, integral y oportuna no permite efectuar un adecuado monitoreo sobre la actividad del ente, entendiéndose indispensable la implementación de un sistema contable (…) que abarque la totalidad de las operaciones".