Publicado: 24-10-2010
 
Chaco.- Tras el fuego cruzado entre la concejala justicialista Clarisse Pasmanter y el secretario de Obras Públicas del municipio Oscar Bonfanti por el costo de los lomos de burro, el bloque de concejales del PJ envió el caso con la documentación correspondiente por presuntos sobreprecios al Tribunal de Cuentas de la provincia y a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.

La edil ratificó las sospechas sobre el valor oficial de instalación de los reductores de velocidad y consideró que "son una herramienta para aminorar la velocidad que acá se usa mal". 

"Me parece que está mal el análisis de precios, que es la única forma de conocer el valor de la mano de obra, de los materiales, de la ganancia de la empresa que realiza la obra, y otros ítemes que hacen al costo", alertó Pasmanter en diálogo con NORTE. Así, recordó que el Ejecutivo Municipal no envió el detalle solicitado en el pedido de informes sobre el costo de cada lomo de burro. "Yo hice por mi cuenta un análisis y, exagerando, me dio 2.500 pesos. Suponiendo que sea ese el valor, existe un sobreprecio en el valor oficial de unos 3.100 pesos de más", precisó. 

La concejala justicialista presentó un pedido de informes tras declaraciones del propio Bonfanti a mediados de este año, quien había señalado que cada lomo de burro costaba a la comuna cerca de 3.000 pesos. Ante la negativa del área de Obras Públicas y de la Secretaría de Economía a cargo de Fernando Novo, junto al bloque de concejales justicialistas Pasmanter envió toda la documentación sobre la cuestión al Tribunal de Cuentas, efectuando una denuncia por la presunción de que no existe un análisis de precios que sustente la licitación convocada por Obras Públicas por un importe cercano a los 250.000 pesos para la ejecución de 44 reductores de velocidad y la colocación de dos carteles de señalización vertical. 

En ese entonces, la edil había efectuado un cálculo simple: "Si dividimos los 247.000 pesos por los 44 lomos de burro, cada reductor de velocidad con dos carteles de señalización vertical le cuesta al contribuyente 5.613 pesos", indicó. "Con esto no estoy revalidando mi título de arquitecta, sino cumpliendo mi mandato como concejal", remarcó Pasmanter sin responder a las declaraciones de Bonfanti, quien durante la semana pasada embistió contra la edil al sostener que "no tiene idea de cómo se hace un lomo de burro y no está calificada". 

Medidas mal utilizadas 

Al margen de la cuestión del valor de cada reductor, Pasmanter alertó que las medidas para controlar la velocidad que desarrollan los vehículos en la ciudad son mal utilizadas. El municipio "ocupa esta medida para reducir la velocidad y no tiene un plan racional. Es una irracionalidad el uso que hacen de esta herramienta, que se puede usar para aminorar la velocidad pero hay que analizar en qué circunstancias debe utilizarse y en cuáles es mejor la instalación de semáforos", explicó. 

"Entiendo la necesidad de los vecinos por mayores medidas para controlar la velocidad de los vehículos, pero no debieran plantear la colocación de lomos de burro, sino un problema de velocidades. Entonces, es el municipio el que tiene que estudiar qué medida es la adecuada para cada caso", analizó finalmente.