Publicado: 08-12-2013

Hace 30 años retornaba la democracia a la Argentina tras un largo y sombrío período. Una década después, entraba en vigor La Ley de Administración Financiera, a partir de la cual se creó la Auditoría General de la Nación (AGN) y se disolvió el Tribunal de Cuentas Nacional.

En este contexto, el portal periodístico El Auditor.info dio a conocer un informe que abordó el sistema de control a 20 años de la Ley 24.156, que estableció los sistemas de control Interno y de control externo del sector público nacional, poniendo el primero a cargo de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) y el segundo, en manos de la Auditoría General de la Nación (AGN). En cuanto al sistema de control externo, la normativa habilita a la AGN a realizar auditorías financieras, de cumplimiento, estudios especiales y auditorías de gestión e integrales para colaborar con el Congreso Nacional en la revisión de la marcha de las políticas públicas y las respectivas recomendaciones para su corrección.

Sin embargo, la iniciativa del año 1993 suprimió el control preventivo. Es decir, el órgano de control externo ya no tiene la potestad de realizar un análisis previo de carácter selectivo de las acciones de gobierno, sino que debe realizar las auditorías "a posteriori". Asimismo, la Ley también les quitó a los órganos de control la facultad de actuar en forma sancionatoria ante el hecho de verificarse actos irregulares. Ahora bien, el hecho de que solo se pueda actuar a modo de autopsias una vez ocurrido el hecho y no pueda sancionar, hace que el control muchas veces llegue tarde para prevenir posibles daños o irregularidades. Uno de los casos más conocidos y reflejados en los distintos medios de comunicación es el informe de la AGN sobre TBA, también publicado por El Auditor.info apenas unos días después del accidente ferroviario en Once. Si bien la Auditoría General de la Nación había realizado informes que, entre otras cosas, advertían sobre una mala gestión, muchas de las recomendaciones no fueron tomadas en cuenta hasta que los hechos se transformaron en realidad y ahí sí, estos informes se difundieron.

Cómo controlar hoy

Cabe señalar que en una ponencia del ex auditor general de la Nación, Norberto Bruno, afirmó que "tener buenos controles significa que se hagan a tiempo, que sean objetivos, que se enfoquen en asuntos importantes y, lo que es más elemental, que las recomendaciones que llevan los informes sean debidamente Implementadas". De este modo, el especialista consideró que es sumamente conveniente que "la Auditoría Nacional sea investida de las facultades que ahora no tiene y que la pondrían en condiciones de hacer valer sus observaciones y así evitar irreparables daños a bienes y personas".

Por su parte, el Presidente del Instituto de Desarrollo e Investigación en Auditoria y Gestión (IDIAG), Aníbal Kohlhuber, sostuvo en una de sus últimas ponencias que: "Sería conveniente que se tomen acciones proactivas vinculadas a la detección y seguimiento de casos de corrupción, tema que todavía persiste como problemática crítica a pesar del paso de estos 20 años de la promulgación de la Ley de Administración Financiera". Y agregó: "Adoptar prácticas y procedimientos de lucha y prevención sobre esta problemática que, entre otros perjuicios, daña a la imagen de estas instituciones rectoras del control de la Hacienda Pública de nuestro país".

En ese sentido, Héctor Rodríguez, otro de los ex auditores generales de la Nación, señaló: "Ahora que se reconoce la necesidad de un estado fuerte para establecer y aplicar las regulaciones que se pregonan desde el centro a la periferia, G20 mediante, entre otros organismos internacionales, tenemos un estado débil, fruto de la concepción neoliberal del estado mínimo que ha fracasado". En este sentido, el especialista precisó que la ley fue concebida para una organización estatal que hoy ha mutado.