Publicado: 11-06-2012  

Mendoza.- Las presentaciones de los actuales y ex funcionarios del área de Transporte en la causa judicial de la tragedia de Once dejaron al descubierto una serie de insólitas y contradictorias afirmaciones que pintan un panorama donde nadie del Gobierno parece haber tenido responsabilidades sobre la operación e inspección de los servicios ferroviarios.

Pedro Ochoa Romero (ex interventor de la CNRT), Antonio Luna (subsecretario de Transporte Ferroviario), Ricardo Jaime (ex secretario de Transporte), Juan Pablo Schiavi (ex secretario de Transporte) y Eduardo Sicaro (actual interventor de la CNRT) desconocieron sus funciones básicas y se desentendieron de los controles y del pago de los subsidios, que de una u otra manera, estuvieron aprobando en los últimos años.

En los escritos que entregaron en la última semana al juez Claudio Bonadio, todos rechazaron tener alguna culpa o haber provocado con sus acciones el choque que terminó con la vida de 51 personas. Además, se acusaron entre ellos de ser los responsables y hubo uno que señaló al Banco Nación como el encargado de los subsidios.

El ex interventor de la CNRT hasta 2009, Pedro Ochoa Romero, señaló a sus superiores -el secretario y subsecretario de Transporte Ferroviario-por la falta de aplicación de las multas efectuadas a TBA . Según Ochoa Romero, durante su gestión "se elevaron al subsecretario 217 expedientes con multas e incumplimientos relevados por la CNRT que no derivaron en la aplicación efectiva de penalidades a TBA".

Tras endilgarle al ministro de Planificación, Julio De Vido, la decisión de no haber rescindido antes la concesión de TBA, el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime negó cualquier responsabilidad en la tragedia y sostuvo que no estaba a su cargo el pago de los subsidios ni el control del estado de los trenes. Según la particular visión de Jaime, la CNRT tenía que sancionar a TBA y el encargado de gestionar y pagar los subsidios era un fondo fiduciario del Nación.

Por su parte, el subsecretario Antonio Luna destacó que su función principal era "el diseño de políticas de transporte ferroviario" y que no tenía a cargo las tareas de control y de sanción que le corresponde a la CNRT y a la Secretaría. En el pago de los subsidios, Luna adujo tener una "actuación meramente formal".

El ex secretario Juan Pablo Schiavi también se lavó las manos y afirmó que "la seguridad y el mantenimiento de los trenes era una obligación de TBA, mientras que el control estaba cargo de la CNRT". Indicó que la encargada de aplicar las multas era la CNRT y que Planificación era quien debía auditar los subsidios. Por último, el actual interventor de la CNRT, Eduardo Sícaro, detalló que las funciones del ente regulador son "fiscalizar, controlar e imponer las sanciones y multas".