Preferencia. La firma Be-Si está siendo objeto de una profunda observación. Estudian licitaciones, facturas y la totalidad del circuito contable-administrativo.

Una empresa capitalina se encuentra ahora "bajo la lupa" de la Justicia en el marco de la investigación por el supuesto millonario desfalco a la Municipalidad de la Capital, durante la gestión del ex intendente Julio Alegre. 

Así surge de una serie de directivas impartidas por el juez Juan Ignacio Coria Vignolo en su intención por obtener la mayor cantidad de elementos vinculados con la presunta estafa. Las averiguaciones del caso se centralizan en la División Delitos Económicos de la Policía de la Provincia, en donde el personal especializado de esa repartición desarrolla una "paciente tarea" al monitorear los movimientos financieros que se hicieron desde la comuna hacia la firma que figuraría como "multiproveedora", ya que habría vendido materiales para la construcción, elementos de trabajo y hasta habría alquilado vehículos. Se trata de la empresa Be-Si, cuyas oficinas -de calle Gobernador Lami Vieyra 706 (ex calle 15) del barrio Almirante Brown- fueron allanadas en la noche del miércoles 2 de septiembre. A ese procedimiento le sumó después otro operativo similar en el Tribunal de Cuentas de la comuna, ubicado en el Palacio Municipal de calle Libertad al 400 de esta capital. 

Desde ambos lugares, las autoridades policiales se llevaron una gran cantidad de documentos que tendrían relación con los pagos que el municipio le habría realizado a Be-Si, al menos durante en el último año y medio, de la ex intendencia de Alegre. A partir de entonces, los técnicos comenzaron a desarrollar una amplia investigación, para revisar ?paso a paso? cada uno de los detalles vinculados con el llamado circuito administrativo para el pago de proveedores. Fue así como habrían surgido algunas circunstancias que levantarían sospechas sobre el accionar de la mencionada firma comercial. 

En ese sentido, trascendió que de las facturas o remitos que tendrían las autoridades se desprendería que la comuna aparecería casi como una suerte de "cliente exclusivo" de la empresa, según informaron fuentes judiciales. Por consiguiente, las hipótesis llegarían más lejos al presumirse que el origen de la constitución de la razón social hasta podría haberse debido para el trabajo permanente con la municipalidad, indicaron las mismas fuentes. Si bien faltarían completarse los informes contables para ser aportados completamente a la causa, las sospechas señalarían que Be-Si habría alcanzado a concretar facturaciones del orden de los $ 4.200.000, en el lapso comprendido entre enero de 2008 y julio de 2009. En consecuencia, los peritos analizarían toda la documentación que tienen en sus manos, en forma paralela con las auditorias efectuadas -en su momento- por el Tribunal de Cuentas de la municipalidad.