Río Negro.- Un grupo de vecinos de Bariloche juntaron firmas en contra de la energía nuclear durante los festejos de los 109 años de la ciudad. La propuesta de firmar para apoyar la "Declaración de Bariloche" tuvo aceptación entre los asistentes al espectáculo nocturno en el Centro Cívico. La asociación ecologista Piuke envía el informe y la foto.

El documento fue elaborado recientemente por un grupo de diferentes organizaciones de la Patagonia que se reunieron en nuestra ciudad (se adjunta abajo). Sergio Vázquez miembro de una de las asociaciones ecologistas que elaboraron el documento afirmó que este es el comienzo de una movilización ciudadana local y nacional que termine con los reactores nucleares en Argentina y Bariloche. Con acciones como esta se pone de manifiesto el rechazo de un importante sector de la ciudad lacustre al desarrollo de este tipo de energía contaminante y riesgosa.

Declaración de Bariloche

Vecinos y organizaciones patagónicos reunidos en asamblea en la ciudad de Bariloche, declaramos nuestra oposición firme a la energía nuclear por las siguientes razones:

- No es cierto que la energía nuclear sea limpia ni barata ni tampoco segura. Lo que pasó en Japón puede pasar acá. La historia de la industria nuclear ya demostró, con catastróficas evidencias, que no hay "accidentes" ni "riesgo" sino una permanente amenaza y consecuencias concretas de una industria que nunca debió haber sido puesta en marcha.

- No estamos dispuestos a que se arriesgue la salud de trabajadores, de comunidades vecinas a las instalaciones nucleares o a las minas de uranio, del aire y del agua de rios y mares.

- El manejo y transporte de sustancias químicas o radioactivas también significa inseguridad en rutas y calles. Rechazamos cualquier política energética que fomente esta actividad, pues amenaza a ésta generación y las futuras.

- No hay lugares apropiados para residuos nucleares en ninguna parte del mundo.

- Jamás se cumplen las normas nacionales ni internacionales de seguridad en cuestiones nucleares. No podemos confiar en el control de la industria porque las personas que integran el Ente Nacional de Regulación de Energía Nuclear participan o han participado activamente en la industria nuclear.

- La legislación vigente impide la participación popular a ningún nivel, sea nacional, provincial ni municipal (Ley 24.804 de Actividades Nucleares y Ley 25.018 de Gestión de Residuos Radioactivos). En cambio favorece la permanencia de una obstinada tecnocracia vinculada a un negocio transnacional que se maneja con sus propios códigos y secretos con la excusa de que es "estratégico" o "militar".

Argentina - 04/05/2011 - Bariloche 2000 - Tiempo de Lectura: 5' 08''
 
Miércoles 04 de Mayo de 2011 03:59


Río Negro.- Un grupo de vecinos de Bariloche juntaron firmas en contra de la energía nuclear durante los festejos de los 109 años de la ciudad. La propuesta de firmar para apoyar la "Declaración de Bariloche" tuvo aceptación entre los asistentes al espectáculo nocturno en el Centro Cívico. La asociación ecologista Piuke envía el informe y la foto.

El documento fue elaborado recientemente por un grupo de diferentes organizaciones de la Patagonia que se reunieron en nuestra ciudad (se adjunta abajo). Sergio Vázquez miembro de una de las asociaciones ecologistas que elaboraron el documento afirmó que este es el comienzo de una movilización ciudadana local y nacional que termine con los reactores nucleares en Argentina y Bariloche. Con acciones como esta se pone de manifiesto el rechazo de un importante sector de la ciudad lacustre al desarrollo de este tipo de energía contaminante y riesgosa.

Declaración de Bariloche

Vecinos y organizaciones patagónicos reunidos en asamblea en la ciudad de Bariloche, declaramos nuestra oposición firme a la energía nuclear por las siguientes razones:

- No es cierto que la energía nuclear sea limpia ni barata ni tampoco segura. Lo que pasó en Japón puede pasar acá. La historia de la industria nuclear ya demostró, con catastróficas evidencias, que no hay "accidentes" ni "riesgo" sino una permanente amenaza y consecuencias concretas de una industria que nunca debió haber sido puesta en marcha.

- No estamos dispuestos a que se arriesgue la salud de trabajadores, de comunidades vecinas a las instalaciones nucleares o a las minas de uranio, del aire y del agua de rios y mares.

- El manejo y transporte de sustancias químicas o radioactivas también significa inseguridad en rutas y calles. Rechazamos cualquier política energética que fomente esta actividad, pues amenaza a ésta generación y las futuras.

- No hay lugares apropiados para residuos nucleares en ninguna parte del mundo.

- Jamás se cumplen las normas nacionales ni internacionales de seguridad en cuestiones nucleares. No podemos confiar en el control de la industria porque las personas que integran el Ente Nacional de Regulación de Energía Nuclear participan o han participado activamente en la industria nuclear.

- La legislación vigente impide la participación popular a ningún nivel, sea nacional, provincial ni municipal (Ley 24.804 de Actividades Nucleares y Ley 25.018 de Gestión de Residuos Radioactivos). En cambio favorece la permanencia de una obstinada tecnocracia vinculada a un negocio transnacional que se maneja con sus propios códigos y secretos con la excusa de que es "estratégico" o "militar".