Según publicó el diario La Prensa de Panamá, la Contraloría General de la República de ese país le exigió al administrador de la Autoridad de Turismo panameño (ATP), Salomón Shamah, que rinda cuentas sobre el uso y manejo de los fondos asignados para la organización del Carnaval de la City que tuvo como gran invitado, y luego como gran baja, al cantante reggaetonero Don Omar.

Este pedido se realiza ante las versiones que sospechan del modo de uso de los U$S 2,9 millones destinado para la organización del Carnaval. Falta de transparencia y contrataciones con familiares del Presidente de la República son algunas de las cuestiones que motivan el reclamo. “Solicitamos que nos brinden un informe sobre las denuncias de las que usted ha tenido conocimiento y nos presente aclaraciones y justificaciones pertinentes”, dice el escrito presentado por la auditoría dirigido a Shamah.

Por su parte, el funcionario defendió los criterios utilizados para la contratación del famosísimo cantante William Omar Landrón (con n), popularmente conocido como Don Omar. Shamah afirmó que “no hubo ningún error de la ATP en esa contratación” ya que “la responsabilidad del ente llegaba hasta la contratación de Show Pro”, la productora encargada de traer al cantante, que finalmente canceló su show y fue reemplazado por “el gran dúo de la historia”, o por lo menos así se hacen llamar, Wisin & Yandel. 

El periódico afirma que “los dichos de Shamah no convencen”. En sintonía, la ex directora del ATP, Liriola Pitti expresó que “un contrato que no tiene un destinatario claro es muy raro” y que eso amerita “investigar qué pasó”. Además añadió que el Presidente panameño, Ricardo Martinelli, “deberá evaluar si solicitarle o no la renuncia a Shamah”.

Por su parte el ex controlador de la República, Alvin Weeden, declaró en TVN Noticias que “los familiares del presidente son los beneficiados en los contratos” y que “no le parece legítimo que ellos hagan negocios con el Estado”. Ante tamaña expresión, el presidente de Show Pro manifestó que piensa demandar, por un lado, al ex controlador por “mentiroso”, y por otro al artista si no pide disculpas públicas por su cancelación.

Y encima, el pueblo panameño se quedó sin ver a Don Omar…