Falta de planificación y control en los centros de adicciones de la Ciudad
Según la Auditoría porteña, esta situación genera que no se puedan aplicar las sanciones cuando así corresponda. No se implementó el Comité Interministerial, el cual debe coordinar y garantizar los lineamientos del plan integral. En tanto, las ONG's que firmaron un convenio con el Estado para tratar a pacientes derivados no cuentan con la documentación necesaria para funcionar.
Se trata de la Dirección General de Políticas Sociales en Adicciones del Ministerio de Desarrollo Social, que trabaja en tareas de prevención, atención primaria, asistencia y reinserción de personas, entre otras funciones. El organismo de control detectó que la ausencia de conformación del Comité Interministerial creado por un decreto del año 2010, afecta la ejecución de políticas cooperativas para tratar la problemática de las adicciones. Al mismo tiempo, indicó que los centros terapéuticos de distintas ONG´s no presentaron la documentación necesaria para trabajar con el Gobierno de la Ciudad.
La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), en su informe aprobado en 2012, señaló que “no se implementó el Comité Interministerial”, encargado de garantizar la planificación y lineamientos del Plan previsto en la Ley 2318 del año 2007, conocida como Ley Integral de Adicciones y surgida de una iniciativa del programa Escuela de Vecinos. De esta manera, “se dificulta la planificación y articulación entre los distintos organismos del Estado dedicados a la temática en adicciones, necesarias para garantizar una política integral y su efectiva supervisión”. Esta ausencia genera que los ministerios involucrados carezcan de una visión conjunta que comprenda toda la problemática con el fin de disminuir los riesgos en el tratamiento de las adicciones.
Cabe señalar, que el Comité Interministerial está constituido por representantes de los Ministerios de Desarrollo Social, Salud, Educación, Desarrollo Económico, Agencia Gubernamental de Control, de Justicia y Seguridad y del Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes.
Según el informe, el programa dependiente de la Dirección General de Políticas Sociales en Adicciones cumple sus tareas de asistencia a través de dos tipos de centros. Por un lado, se encuentran los propios de la Dirección y del Gobierno de la Ciudad, como Los Piletones. Por otro, están los centros “conveniados”, es decir, los establecimientos de organizaciones que se vinculan con el gobierno porteño a partir de la firma de un convenio para llevar a cabo el tratamiento de pacientes derivados.
Los auditores revisaron las 20 carpetas institucionales de las organizaciones que trabajan con la Dirección y observaron que “algunas Comunidades no presentaron la totalidad de la documentación necesaria para la firma del convenio con la Ciudad”.
Ahora bien, en cuanto a la supervisión de todos los establecimientos terapéuticos, la AGCBA detectó que “en 2009 la Dirección no efectuó visitas de control” en los centros. El informe señala que, “la periodicidad de las visitas de supervisión no debe ser menor a cuatro visitas anuales” y que “la falta de periodicidad, genera un impacto en la gestión, afectando el control de las comunidades terapéuticas y, consecuentemente, afectando la posibilidad de aplicación de sanciones” cuando correspondiera. No obstante, en el ejercicio 2010, se realizaron 21 visitas.
Los auditores también hallaron que “los informes confeccionados por la Dirección General sobre la tarea de las Comunidades Terapéuticas no contienen la información necesaria para poder monitorear la evolución del paciente”. Por ejemplo: “no se consigna la identificación de todas las personas derivadas por el Gobierno, los informes no están firmados por el supervisor y en los casos que estaba la firma, no correspondía al personal de la Dirección”.
Como si eso fuera poco, “no hay un registro unificado de los pacientes, debido a que el sistema informático utilizado por la Dirección General no incluye los atendidos en los Centros Integrales de Atención Comunitaria (CIAC)”, afirma la AGCBA.
Por último, la Auditoría porteña analizó una muestra de los legajos de los pacientes que llegan a la Dirección para ser derivados a los distintos centros o comunidades. Los auditores concluyeron que “existen fallas en la guarda y manejo de los legajos: el 100% está en hojas sueltas, no están foliadas, ni abrochadas, ni ordenadas cronológicamente. Tampoco cuentan con la información necesaria para hacer el seguimiento posterior del tratamiento de los pacientes”.