Rutas con peaje: detectan falta de control e incumplimientos
Publicado: 25-04-2013
INFORME DE LA AUDITORÍA GENERAL DE LA NACIÓN
Las concesiones de las rutas con peaje que dependen del ministro de Planificación Julio De Vido quedaron otra vez en la mira por la falta de controles y los incumplimientos de obras.
La Auditoría General de la Nación (AGN), por medio de un informe aprobado esta semana, advirtió que el OCCOVI –el ente regulador vial– no ejerció un adecuado control de los ingresos por peaje que manejaban los concesionarios y usó sólo la mitad de los recursos que tenía asignados para la realización de obras de seguridad vial.
El relevamiento de la AGN –que se focalizó en el sistema administrativo de "caja única" que gestionaron las concesionarias y el OCCOVI entre 2003-2010– detectó que los controles del ente "resultaron insuficientes", tanto en las recaudaciones declaradas por las empresas, como en la posterior redistribución de los fondos entre todos los corredores.
Además –según la AGN– los funcionarios de Planificación no sólo no fiscalizaron los depósitos efectuados por los concesionarios, sino que tampoco validaron los datos privados que definían las compensaciones económicas.
A esa situación irregular se agregó "la ausencia de un sistema efectivo de auditorías en las cabinas de peaje". Según la AGN, entre 2004 y 2009 solo hubo 46 auditorías en los puestos de peaje de los seis corredores de la red nacional concesionada. Tras haber efectuado 14 controles en 2004, el ente redujo su accionar a una sola inspección en 2005 y a ninguna en 2006.
La AGN, que preside Leandro Despouy, también comprobó que el OCCOVI –que en los primeros años de la gestión kirchnerista estuvo en manos de Claudio Uberti, el ex encargado de los negocios con Venezuela que tuvo un rol clave en el caso de la valija de Antonini Wilson– subejecutó el presupuesto de obras de seguridad. Entre 2005 y 2010, la subejecución llegó a casi el 46% por licitaciones que se declararon desiertas y proyectos que quedaron a mitad de camino.
45,8%
Fue el nivel de "subejecución" promedio que registró el OCCOVI entre 2005 y 2010 en la utilización del presupuesto que había recibido para obras de seguridad vial.