La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) analizó el programa “Buenos Aires Haciendo Deporte” y destacó no solo la “ineficiente utilización de los recursos públicos” que hace la Subsecretaría responsable, sino también deficiencias en el control interno, la planificación, la publicidad, el cumplimiento de normas legales, el resguardo del patrimonio, la medición del impacto social y el desarrollo operativo de las actividades”.

La Subsecretaría de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires lleva adelante el Programa (84), que tiene incluidos los proyectos Buenos Aires Corre, Plazas Activas, Deporte Social y Competencias y Torneos. El objetivo general de las actividades es “ofrecer prácticas deportivas y recreativas de calidad para los distintos grupo sociales más allá de la edad, género y niveles socioeconómicos”.

La falta de planificación fue una de las tantas observaciones del organismo de control. Su ausencia “impacta en la publicidad de los eventos realizados y en los mecanismos de compra y contratación utilizados”. 

En el caso de la promoción de las actividades, la AGCBA observó que “es prácticamente inexistente” y remarcó que los pocos medios que contienen información sobre los programas “tienen datos erróneos”. Por ello, la Auditoría señaló que “resulta difícil alcanzar los objetivos si la población hacia la que se orientan las actividades no llega a conocerlas”. Esta situación no solo constituye “un perjuicio a los potenciales participantes sino también una ineficiente utilización de los recursos públicos”.

Un ejemplo de esta situación es que “no coincide lo informado en la página web con los horarios en los que se desarrollaron efectivamente las jornadas”. En los espacios públicos “no se pudo constatar la existencia de banners que identifiquen a las actividades o con información sobre dónde se realizan”. 

Sobre la falta de planificación de las actividades la Auditoría porteña dijo: “No se hace de forma centralizada, por lo que el desarrollo de cada una de ellas queda a criterio de los profesores”.

Presupuestariamente, el ente de control de la Ciudad encontró “una inconsistencia de $876.928,80 entre lo expresado en la Cuenta de Inversión ($3.3 millones) y lo notificado por la Secretaría ($2.4 millones)”. 

Se detectó también “una falta de planificación en la compra de Bienes de Uso, ya que el 85% de las adquisiciones de maquinas y equipos fueron hechas por Compra Directa”. Esta metodología se utiliza exclusivamente en situación de urgencia, situación que la AGCBA “no encontró en ninguno de los casos”. 

El organismo de control cita que hubo un expediente de una Colonia de Verano que había realizado todas las actividades por Compra Directa justificando la urgencia de la misma por "la llegada del verano". Esto evidencia una "falta de previcion"

Además la Auditoría manifestó haber hallado “presuntas irregularidades” que motivaron a “enviar el caso a la Procuración General de la Ciudad para que haga el sumario administrativo correspondiente para deslindar al organismo de las responsabilidades y deberes que tiene”.

Otro de los puntos llamativos sobre los que hizo hincapié el ente fue en que pese a que todas las iniciativas del programa 84 son deportivas, se detectó “la inexistencia de un profesional de la salud para asistir las probables urgencias médicas de los ciudadanos que participan en las actividades”.

Para la AGCBA no fue fácil realizar el informe, que fue aprobado en 2012 y que evaluó el 2011, por “las demoras en las respuestas y la parcialidad de las contestaciones ante la demanda de información”. De hecho, señalaron que “no se pudo determinar si la gestión alcanza un porcentaje significativo de metas presupuestadas”.