En el último año de mandato de Lenadro Despouy al frente de la Auditoría General de la Nación (AGN), el organismo de control promedió una demora de 122 días en aprobar sus informes de gestión, que son los que evalúan si una dependencia del Estado administró el dinero público de forma económica -al menor costo-, eficaz -si se logró el resultado esperado-, y eficiente -si la relación entre el costo y el resultado fue la mejor posible-.

El lapso tomado para la medición transcurre entre que los técnicos terminan su trabajo y el Colegio de Auditores da el visto bueno final, momento en que las resoluciones son publicadas en la web del organismo (www.agn.gob.ar). Esta performance es equiparable al desempeño de la AGN en 2013 (123 días) y, a su vez, representa menos de la mitad de la tardanza registrada en 2011, cuando se alcanzó la marca de 252 días.  

Durante 2015, las autoridades del organismo de control se reunieron en 16 sesiones ordinarias, tres en minoría y otras tres en las que no hubo quórum y, tras todo ese trabajo, resultaron aprobadas unas 202 resoluciones, de las cuales 54 fueron informes de gestión, también llamadas de desempeño.

Entre esas 54 investigaciones figuran 16 Estudios Especiales que examinaron, por un lado, la gestión de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) en el saneamiento del curso de agua y, por el otro, el funcionamiento de varias páginas web oficiales, cumpliendo una tarea encargada por la Jefatura de Gabinete de Ministros.  

No obstante, más de un tercio de esos 54 informes superaron el promedio mencionado de 122 días de demora. Fueron unas 19 investigaciones que, en algunos casos, tardaron más de un año en ser aprobadas.

Ocurrió por ejemplo con un estudio especial sobre las contrataciones que hizo el Ministerio de Ciencia en 2012. El trabajo fue emitido el 30 de junio de 2014 pero la aprobación llegó recién el 12 de agosto del año pasado, registrando una demora de 408 días.

Algo parecido sucedió con un informe que analizó el ambiente de control y la ejecución presupuestaria de la Universidad Nacional de Cuyo durante 2012 y el primer cuatrimestre del año siguiente. Como en este caso la investigación no tiene fecha de emisión, se toma el momento de la finalización de las tareas campo de los auditores, ocurrida en abril de 2014, para medir la tardanza, que finalmente ascendió a 393 días, ya que el visto bueno del Colegio de Auditores se dio el 29 de abril de 2015.

Un año y diez días hubo que esperar para conocer detalles sobre las deudas públicas provinciales y, sobre todo, su impacto en los números nacionales. Se trató de un informe hecho en el Ministerio de Economía, emitido en febrero de 2014 y aprobado el 11 del mismo mes, pero del ejercicio siguiente.

Por otra parte, la AGN investigó la gestión 2009-2014 de un proyecto llamado PROVIAR, pensado para integrar a pequeños productores de la cadena vitivinícola. Estas tareas de campo culminaron en octubre de 2014 y la aprobación el 23 de septiembre de 2015, registrando una demora de 341 días.

El organismo de control también aprobó, el 11 de junio del año pasado, un análisis sobre el funcionamiento del programa Regulación y Fiscalización de la Administración Nacional de la Aviación Civil. Como la finalización de las tareas de campo data de julio de 2014, la tardanza fue de 335 días.  

Aquel 11 de junio de 2015, el Colegio de Auditores aprobó el informe de la gestión que hizo la Comisión Nacional de Energía Atómica para paliar el pasivo ambiental del complejo minero fabril de Sierra Pintada, en la provincia de Mendoza. En el relevamiento figura, como fecha de emisión, agosto de 2014, por lo que la demora ascendió a 314 días.

Casi un mes antes, el 13 de mayo del año pasado, las autoridades de la AGN dieron el visto bueno y publicaron en la web dos trabajos relacionados con el agua y, puntualmente, la gestión de la Subsecretaría de Recursos Hídricos. Abordaron, por un lado, el funcionamiento del Sistema Acuífero Guaraní y, por el otro, la implementación del Plan Nacional Federal de Recursos Hídricos entre 2008 y 2014. En ambos casos, hubo que esperar 254 días.

Finalmente, otro de los informes que superó el promedio de demora fue el que analizó el programa Prevención, Control e Investigación de Patologías, desarrollado en el Instituto Malbrán entre 2012 y 2013. Las tareas de campo finalizaron en agosto de 2014 y la aprobación del Colegio de Auditores llegó el 30 de abril del año pasado, por lo que la tardanza ascendió a 242 días.

Dentro de la AGN, los informes deben pasar por varias oficinas. Una vez que los auditores realizaron su labor de campo, el trabajo es revisado por el Supervisor y el Jefe de Departamento del área que corresponda. Luego, se envía a las Gerencias, que deberán evaluarlo y aprobarlo. Después, el informe es sometido al tratamiento del Cuerpo de Asesores de los Auditores Generales y, si los asesores no hacen ninguna observación, finalmente el Colegio de Auditores lo tratará para su aprobación definitiva, es decir, la emisión de una Resolución del organismo, que se publica en internet.

Una de las cuestiones que a menudo amplia los tiempos existentes entre la realización del informe preliminar y el definitivo, es el lapso que se toma el ente auditado para formular su descargo. Esta situación hace que se dilate aún más el periodo auditado respecto a la fecha de notificación final del informe.