Hoy en día los servicios públicos están vistos con cierta desconfianza por los suizos debido a la falta de transparencia. Esta situación se desencadenó por una reunión a puertas cerradas desarrollada por la “asamblea del pueblo” de Grandcour, cantón de Vaud (en Suiza los cantones constituyen el ente político y administrativo subnacional), en la que se discutieron dos operaciones financieras del gobierno local excluyendo a los periodistas. Si bien la toma de estas medidas están avaladas por la legislación de dicha jurisdicción, los debates de interés público no deben descartar a la prensa. “No es sistemático, pero todavía hay una tendencia a querer discutir asuntos embarazosos sin ojos curiosos”, dijo el presidente del Consejo Suizo de Prensa, Dominique von Burg.

Hasta 2006, año en que se legisló en Suiza la libertad de información, los entes públicos manejaban la información de acuerdo a su criterio y preferencias. Luego de la sanción de la nueva ley, el Parlamento obligó a los servicios gubernamentales a justificar la no entrega de sus documentos, dado que, todos los ciudadanos tienen el derecho a solicitar información a cualquier autoridad federal.

Aunque la mayor parte de los cantones cuentan con una legislación similar, von Burg sostiene: “Si bien existe una ley que garantice la transparencia, no hemos avanzado lo suficiente”. Y agregó que “todo debe ser publicado si no es considerado secreto por una buena razón”. El presidente del Consejo de Prensa cree que todavía hay que mejorar la difusión de la información de los servicios públicos y del gobierno. “Nadie sabe exactamente cuántos documentos administrativos están disponibles para ser consultados. Es difícil pedirlos si usted no sabe si realmente existen”, declaró ante Swiss Info.

Arbitraje para solicitar información

Para Michel Schwen, miembro de una organización no gubernamental de reporteros, las leyes del país, en materia de transparencia, no son aplicadas correctamente: “Todavía son muy recientes y los funcionaros no consideran que sea necesario ponerlas en práctica”.

La oficina de Datos e Información Federal es la encargada de interceder en caso de que las solicitudes a la información sean rechazadas por las distintas áreas del gobierno. Tanto las cifras de dichas demandas como los pedidos de mediación se duplicaron en 2011. Sin embargo, debido a la falta del personal, no pudo completar ni la mitad de las mediaciones que le fueron requeridas.

“Mucho ruido y pocas nueces”

No siempre escasea la información, a veces es el exceso de datos el que conspira contra la transparencia. “En un intento para obtener buena prensa y mantener a los periodistas fuera de los negocios no quieren que el público se entere les proveen de más y más comunicación “, dijo von Burg. El presidente del Consejo suizo de Prensa agregó que “hay demasiada información en un lado y no lo suficiente en el otro. No es que pase exclusivamente en Suiza, sino que forma parte de una tendencia más global”.

Para Urs Thalmann, el director de la Federación de Periodistas suizos, a veces se confunde relaciones públicas con transparencia, no por nada dice  que “cada vez hay menos periodistas y más especialistas en comunicación trabajando para el sector público y privado”. “Estoy seguro de que la información recibida es trasmitida correctamente por los periodistas, pero (es tanta) que no tienen tiempo para chequearla” agregó al periódico suizo.

Tiempo de investigar

Oliver Voirol, sociólogo de las universidades en Lausanne y Frankfurt, también destaca la falta de tiempo que dispone la prensa. Incluso dice que es difícil para los editores resumir la gran masa de información. “En lugar de que los periodistas investiguen la fuente, tienden a descuidar la búsqueda porque se sumergen en la información”, señaló.

Entonces, ¿cuál es la solución? Thalmann sugiere que los periodistas experimenten e investiguen más sobre los temas.  Sin embargo, el experto ve un obstáculo para esta práctica, en sus palabras, “este tipo de periodismo no cuenta con respaldo financiero. Ninguno de los medios tiene el dinero para hacerlo o  si lo tiene, no quiere invertirlo”.

El director de la Federación de Periodistas no cree que la situación mejore a corto plazo. “La meta de los grandes medios masivos suizos es obtener su propio beneficio, y no la calidad de la información que publican”, advirtió y continuó: “Debido a que no tienen competencia, no se sienten presionados para cambiar este modo de trabajar”.

Los editores de noticias aseguraron que también quieren defender la calidad del periodismo. Sin embargo, para hacerlo se requeriría de ciertas condiciones, como la garantía de viabilidad económica –puesto de trabajo- de la actividad y un reconocimiento de la formación de los medios por parte del Estado.