Vecinos Auditores: la Ciudad carece de centros públicos especializados en trastornos alimenticios
El dato surge a partir de un relevamiento realizado en hospitales porteños por un grupo de estudiantes secundarios. Analizaron la aplicación de las políticas públicas que trataron este año en Escuela de Vecinos, seguridad y alimentación. Del informe se desprende que hay efectores que no tienen elementos para tratar a pacientes con obesidad y en otros no hay efectivos de seguridad.
Los Vecinos Auditores son representantes de cada uno de los colegios que participa del programa Escuela de Vecinos, que fueron elegidos para realizar una tarea especial. La actividad consistió en el recorrido de distintos hospitales públicos de la Ciudad para conocer su funcionamiento y saber qué políticas desarrollan estas instituciones en materia de alimentación e información y seguridad, que fueron los temas investigados este año.
La iniciativa comunal incluyó la visita los cuatro hospitales de referencia porteños (Argerich, Durand, Fernández y Santojanni) y algunos centros de salud (Pirovano, Álvarez, Piñero, Centro de Atención Primaria del Parque Avellaneda, Zubizarreta y Vélez Sarsfield). A través de la misma, se persigue que los jóvenes apliquen algunas técnicas básicas de auditoría, actuando de nexo entre el resto de los participantes del programa y los Organismos de Control. Por eso, los estudiantes reciben una capacitación especial brindada por auditores profesionales, que les servirá para elaboran junto a sus compañeros un informe que será entregado al Gobierno Porteño.
Las visitas se realizaron de forma “espontánea” y “programada”. En las últimas, la organización del Programa gestionó las entrevistas (con la necesaria anticipación) con las Direcciones de los hospitales.
En la entrevista programada que realizaron a las autoridades del Hospital Cosme Argerich -según el juicio de los jóvenes, uno de los hospitales "mejor preparados para encarar la problemática nutricional"-, les aseguraron que “la Ciudad carece de centros estatales especializados en trastornos alimentarios” y que estas instituciones específicas solo existen en el ámbito privado. De hecho, lo notaron en la elaboración de la propuesta de alimentación que presentaron en la Legislatura porteña, dado que tuvieron que basar el trabajo de campo en instituciones particulares.
Además, continuando con el aspecto nutricional, los jóvenes auditores observaron que “no hay un trabajo articulado con las escuelas de las áreas de influencia de los hospitales” y “tampoco equipos interdisciplinarios para atender las problemáticas asociadas”. Cabe señalar, que uno de los mayores problemas de alimentación es la obesidad. En el Hospital Fernández “entre el 20 y el 30 % de los pacientes la padecen”, en el Durand casi el 13 %, y en el Santojanni “la mayor cantidad de consultas que se reciben es por temas de obesidad”.
En cuanto al último Hospital citado, el informe de los vecinos auditores asegura que pese a que “cuentan con un equipo interdisciplinario de médicos para casos de bulimia y anorexia, son derivados a los centros especializados”, agregando, que “faltan elementos para pacientes con obesidad, por ejemplo balanzas para pesos superiores a 150 kg”. Allí también se observó, que “la guardia es pequeña” y que “algunas habitaciones de internación no tenían puertas”.
Por otra parte, detectaron que “la seguridad en los hospitales es prestada básicamente por empresas privadas”. En el caso del Piñero, la Auditoría de la Ciudad, en un informe publicado por El Auditor.info, señaló que el Director del Hospital no ponía definir una política de seguridad porque no tenía injerencia en el contrato firmado entre el Gobierno porteño y la empresa prestadora del servicio. Los propios auditores señalaron que es necesario reforzar o ampliar dicho servicio.
Tanto en este informe como en el que realizaron alumnos de años anteriores, se destaca la dificultad para acceder a las autoridades de los efectores, no importa que se trate de visitas espontáneas o programadas. Sobre el hospital Fernández lo jóvenes contaron que programaron una entrevista con el Director, pero no los atendió, y una vez que consiguieron la reunión con los responsables de distintas áreas, “el trato recibido no fue bueno”.
Los chicos dijeron que en el Fernández vieron “una notable falta de limpieza en baños y pasillos” y que esta situación “contrastaba con la buena higiene en el área de Dirección”. A su vez, señalaron que algunos médicos expresaron que hay falta personal médico, administrativo y de enfermería.
Visitas espontáneas
Además de las visitas programadas, en algunos casos los Vecinos Auditores se acercaron a los hospitales sin ninguna gestión previa. En ningún caso pudieron concretar una reunión con la autoridad del efector de la salud al que visitaban.
Algunas de las observaciones realizadas en estos recorridos son, por ejemplo, que en el Pirovano les informaron que la Policía Metropolitana se encargaba de la seguridad del hospital, pero “no pudieron ver agentes ni de la Metropolitana, ni de la Policía Federal ni de seguridad privada”. En el Zubizarreta “la guardia del hospital está colapsada por la cantidad de pacientes que, en general, no son residentes de la Ciudad”. En el hospital Vélez Sarsfield, la guardia también está colapsada y “tienen solamente dos ambulancias”.
Páginas web de Hospitales
Como información adicional a las visitas a los hospitales, los jóvenes realizaron un análisis sobre la estructura y funcionamiento de los sitios web de diez efectores de la salud: el Argerich, Durand, Fernández, Santojanni, Pirovano, Alvarez, Piñero, Zubizarreta, Vélez Sarsfield y Ramos Mejía.
De ese relevamiento surge que solo tres hospitales no tenían página web, el Pirovano, el piñero y el Santojanni (este últim tiene sitio pero nunca se pudo acceder). En todos las páginas se informa cómo comunicarse con el Hospital, pero cuando llamaron, no fueron atendidos rápidamente. Además, notaron que en ningún caso se puede solicitar turnos vía web.
Ver otras observaciones en el siguiente cuadro: