“Evitable” fue el nombre de la charla en la que participaron referentes de Familias por la Vida en el stand que la Asociación de Personal de Organismos de Control (APOC) tiene en la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires. “El hecho de que fuera evitable, como fue Cromañón, hace mucho más difícil poder elaborar los duelos y salir adelante. Y la no elaboración del duelo es muy peligroso porque eterniza el dolor. En base a esa experiencia ahora acompañamos a todo tipo de víctimas porque sabemos lo importante que es el apoyo”, expresó Lila Tello, integrante del equipo de salud de Familias por la Vida.

Del conversatorio, que se realizó el lunes por la tarde en stand 3018 del pabellón ocre, participaron Nilda Gómez, quien perdió a su hijo Mariano en la tragedia de Cromañón y es presidenta de la Asociación Civil Familias por la Vida; Lila Tello, miembro del equipo de salud de la misma organización; y Juan José Tufaro, secretario General de APOC Seccional CABA, quien en 2004 formó parte de la realización del informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires que alertaba sobre el mal estado de los boliches Clase C, días antes de la trágica noche en República Cromañón.

“Sin sanciones no hay control”, indicó el secretario General de APOC Juan José Tufaro.

“Sin sanciones no hay control”, indicó Juan Tufaro al comienzo del encuentro. “Fui parte del informe, que sirvió después de la Masacre de Cromañón para los juicios que se hicieron. Habíamos hecho una auditoría de los locales Clase C y dijimos que los funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires de ese momento habían dejado a la nocturnidad sin control, aduciendo la corrupción de los inspectores de la Ciudad, pero a ninguno de los inspectores les habían hecho un sumario”, agregó

Tufaro señaló que desde los organismos de control habían alertado sobre irregularidades en los trenes, antes del accidente de Once, por ejemplo. "Muchas veces los funcionarios a cargo del Ejecutivo no le prestan atención a las recomendaciones que hacemos a través de los informes. Hay cosas para revisar legislativamente, en el caso de las auditorías, sin sanción no hay control y en algún momento, las auditorías tienen que poder aplicar sanciones”, sentenció.

El dolor de las madres

“Es difícil no sufrir sabiendo que tu hijo podría estar a tu lado porque era algo evitable”, señaló Nilda Gómez, quien perdió a su hijo Mariano en la Masacre de Cromañón.

A 18 años de la noche trágica que le cambió la vida, Nilda Gómez sostuvo que “es difícil no sufrir sabiendo que tu hijo podría estar a tu lado porque era algo evitable” y recordó cuando en 2011 volvieron a alertar sobre la peligrosidad de algunos bares y a los días sucedió el derrumbe en el boliche Beara que se costó la vida de 2 jóvenes. “Beara fue una tragedia evitable que se está debatiendo en un juicio. Pareciera que los chicos son los responsables. Todavía cuesta que la sociedad deje de poner el ojo en la víctima. Habría que poner el ojo en otra forma, acompañando y defendiendo”, reflexionó Gómez.

Lila Tello es mamá de una sobreviviente. “Esa noche me cambiaron a Natalí y no pude acostumbrarme a eso. Tenemos que luchar para que esto no vuelva a repetirse. Esa masacre era evitable. Era evitable que los chicos que los chicos estuvieran en un lugar desastroso. Era evitable la desorganización del servicio de emergencia. Era evitable la peregrinación de las familias por los hospitales que no estaban preparados para recibir tantos chicos. Era evitable como fueron tratadas las víctimas”, aseguró Tello. 

“Es difícil no sufrir sabiendo que tu hijo podría estar a tu lado porque era algo evitable”

Ayuda y acompañamiento 

Desde hace un tiempo, desde Familias por la Vida abrieron sus puertas a otras víctimas y familiares para ayudarlos a afrontar de la mejor manera estos momentos dolorosos. “Para que sea evitable, la ONG se abrió más y ahora estamos aceptando víctimas de todo tipo. Brindamos nuestra experiencia de 18 años de batallar contra toda la burocracia administrativa y hospitalaria que aún está en pie”, enfatizó Tello.

También del área de Salud de Familias por la Vida, Katia González, coordinadora del área, participó de la charla. “Cuando una persona vive una situación de estas características está como suspendida en el aire, no sabe qué hacer. Nosotros contenemos este tipo de situaciones porque ya vivimos eso. Mi hermano falleció en Cromañón y mi mamá no pudo superarlo. Esto me dio la fuerza y me sumé a ayudar a los que pasan por este tipo de sucesos”, comentó. 

Desde Familias por la Vida atienden víctimas, familiares de femicidios o de suicidios junto a una red de profesionales interdisciplinarios brindando atención o capacitaciones en espacios como escuelas. “Trabajamos para que la víctima pueda salir adelante fortalecida. Estamos viendo que después de la pandemia hay muchos casos de suicidios en adolescentes. Acompañamos a docentes en casos en escuelas. Estamos trabajando en la prevención preparando capacitaciones para docentes para contener cuando hay un chico que vaya a organizar un suicidio. Toda esta experiencia nos sirve para ayudar a otras personas. El suicidio es evitable”, concluyó González.

“Es difícil no sufrir sabiendo que tu hijo podría estar a tu lado porque era algo evitable”

“Estuvimos para advertir, no alcanzó. Estamos para acompañar y seguiremos acompañando”, cerró Federico Recagno, secretario General de APOC Mesa Nacional. El evento finalizó con la música de Ecopla.