La Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) nace por decreto en 1989 en reemplazo de la Comisión Nacional Coordinadora para el Control del Narcotráfico y el Abuso de Drogas. Desde entonces hubo cambios en el abordaje de la problemática. Auditorías realizadas en los últimos años advierten fallas en la sistematización de la información, deficiencias en el control y recursos insuficientes, entre otros problemas.

Gustavo Zbuczynski, presidente de la Asociación Reducción de Daños Argentina (ARDA Drogas), detalló ante El Auditor.info que durante la década del 90 la Secretaría tenía como función la guerra contra las drogas, a la que le destinaba gran parte de su presupuesto, y la atención a los usuarios recibía una partida mucho menor, mayormente a través de servicios tercerizados.

Si bien con los años las politícas de derechos humanos fueron ganando terreno, según Zbuczynski siguen siendo "abstencionistas" ya que consideró que "no hay un sólo programa destinado a reducción de daños. Es algo que planteamos a la Sedronar y no tuvimos respuesta positiva. Hoy dejó de ser una instancia de persecución penal, pero en el marco de su influencia política ha sido muy deficiente porque ni siquiera salió a declararse en contra de la Ley de Drogas actual (23.737) con lo cual sigue planteando la persecución de los usuarios”.

¿Qué dicen los informes?

Según un informe de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) publicado en 2019, la Sedronar no controla 1 de cada 3 centros con “pacientes subsidiados”.  De 86 instituciones destinadas a la atención de personas en recuperación “29 no habían recibido ninguna visita”. El periodo auditado fue el primer semestre de 2017, cuando se estimaba que en esas sedes se brindaba ayuda a 575 internos con problemas de consumo de droga.  

Por otro lado, las instituciones terapéuticas tienen la obligación de presentar informes trimestrales de evolución de sus pacientes. La Sindicatura expresó que la Secretaría no tenía ningún conocimiento de los tratamientos de 282 pacientes. Además, el organismo de control no encontró intimaciones para que las instituciones cumplan con dicha responsabilidad ni algún tipo de sanción por no hacerlo.

¿Qué dicen las auditorías a la Sedronar?

El informe indicó, además, que hay falencias en la distribución geográfica de los centros asistenciales lo que obliga a derivar pacientes a reparticiones provinciales o trasladarlos a otra provincia alejándolos del grupo familiar. No se encontraron centros inscriptos en Tierra del Fuego, Santa Cruz, Neuquén, Mendoza, Catamarca, Tucuman, Jujuy, Formosa y Misiones.  

Ante la consulta de El Auditor.info, desde la Sedronar indicaron que desconocían el informe de la SIGEN e informaron que actualmente cuentan con 750 espacios en todo el país donde ya se atendieron más de 57 mil personas. También afirmaron que realizan las visitas e inspecciones correspondientes, menos en pandemia.

Informe de la AGN

A este informe publicado en 2019 se le suma uno anterior, de 2017, hecho por la Auditoría General de la Nación (AGN). Allí se alertó por falta de sanciones a los operadores de precursores químicos, los que manejan sustancias que pueden ser utilizadas para estupefacientes, por parte de la Sedronar. El organismo observó demoras de 27 meses en los trámites de inspección. Asimismo, en caso de que los establecimientos no regularicen su situación, la Sedronar los mantiene monitoreados pero no sanciona. 

El Registro Nacional de Precursores Químicos (Renpre) se creó en 1989 en la misma norma que le dio vida a la Secretaría. Es un listado en el que deben anotarse laboratorios, empresas y particulares que manejen sustancias potencialmente utilizables en la elaboración de estupefacientes. La AGN descubrió algunas “debilidades en la gestión control” que realiza la Secretaría, entre ellas un “excesivo otorgamiento de prórrogas a los infractores”.

La Auditoría señaló que de 867 inspecciones a establecimientos inscriptos en el Renpre, hubo “algún tipo de observación en 612 casos”.

La Auditoría señaló que de 867 inspecciones a establecimientos inscriptos en el Renpre, hubo “algún tipo de observación en 612 casos”, es decir, el 70,5%. De 291 establecimientos que fueron inspeccionados por primera vez, previo a formar parte del registro, se detectaron sustancias en 115 al momento del control previo. Esto significa que “ya estaban operando con químicos susceptibles de ser utilizados en la fabricación ilícita de estupefacientes (pese a que no podían hacerlo), y evidencia un flujo comercial de precursores bajo un circuito informal”, aseguró la AGN. 

Por último, sólo dos agentes eran los encargados de manejar 20 mil expedientes lo que demoraba la fiscalización y monitoreo de los establecimientos. En cuanto a estas observaciones, desde la Sedronar indicaron que en 2016 el Renpre dejó de estar en manos de la Secretaría y ahora es responsabilidad del Ministerio de Seguridad de la Nación.

¿Qué dicen las auditorías a la Sedronar?

¿Qué son los precursores químicos?

"Es necesario tener los recursos para controlar".

Sergio Saracco, presidente en Asociación Toxicológica Argentina, explicó que "los precursores químicos se usan para extraer los principios activos de la coca y hacer cocaína en grandes cantidades. Para industrializarla se utiliza un proceso químico para favorecer la extracción de cocaína de la hoja. Para que no se fabrique clorhidrato de cocaína hay que controlar los precursores químicos. Si no tenés cetonas o ácidos, no se pueden producir estos precursores. Por eso se hace el monitoreo, para que no haya disponibilidad en estos laboratorios clandestinos del insumo”.

Según Saracco, los problemas a la hora de controlar tienen que ver con la falta de recursos humanos y económicos. “Es necesario tener los recursos, que alcance el personal, que tengan como movilizarse. Todo esto es lo que padecemos en la mayoría de los organismos de aplicación y control. El recorte presupuestario tiene este impacto, dificulta las inspecciones y controles”.