Pablo Villagra es coordinador titular de la Red Argentina de Ciencia y Tecnología Forestal (REDFORar) y especialista en bosques nativos. En el Día del Árbol, dialogó con El Auditor.info sobre las funciones de la Red, su surgimiento, el panorama y los desafíos en la conservación de los bosques nativos.

 -¿Cómo surge la Red Argentina de Ciencia y Tecnología Forestal?

-Nace a partir de una iniciativa del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de convocar a investigadores, profesores y especialistas en bosques en 2015. La idea era formar una red institucional orientada a la solución de problemas, esa es la semilla. En 2016 se hace otra reunión donde se avanza y en abril de 2017 se conforma la REDFORar y el nombramiento del primer consejo directivo. Actualmente somos más de 700 miembros, el consejo directivo está conformado por representantes de las cinco universidades con carreras de ingeniería forestal más el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el CONICET. 

-¿Cuáles son sus funciones y tareas en las que trabajan?

-La misión de la REDFOR.ar es articular y fortalecer las capacidades científico-técnicas existentes en Argentina para potenciar y promover el desarrollo forestal sostenible. Nuestras actividades implican la generación e integración de conocimientos sobre estos temas de forma colaborativa e interdisciplinaria. Contamos con mecanismos de divulgación como notas periodísticas con las cuales hemos armado un libro sobre distintos temas referido a lo forestal. Asimismo hacemos trabajos de asesoramiento a instituciones en temas forestales. El año pasado estuvimos trabajando en dos consultorías para el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible: una capacitación forestal, donde se formó en temas de manejo en bosques nativos a técnicos que se dedican a la elaboración de planes de manejo derivados de la Ley de Bosques. La otra consultoría fue de cuencas forestales, donde hicimos un diagnóstico ambiental y socio económico de 15 de ellas junto a los aspectos sociales, con sugerencias para trabajar en las fortalezas y debilidades que hay en esas cuencas. En lo cotidiano trabajamos siempre en el vínculo entre las instituciones, principalmente en la educación en ciencias forestales que es uno de los desafíos que tenemos.

-¿Cómo ven el panorama de los bosques nativos en Argentina?

-Hay un gran desafío en lo que es la conservación y el manejo sustentable de los bosques debido a que sufrieron un retroceso muy grande en los últimos 50 años, producto de los cambios de uso del suelo, el desarrollo de tecnologías agrícolas importantes que han permitido reemplazar bosques por cultivos en zonas que antes no se cultivaban. Eso hizo que se perdiera superficie de bosque o se degradara la estructura forestal original.

En este contexto el desafío es avanzar sobre el manejo sustentable de los bosques. La Ley de Bosques fue un hito muy importante. Lo que pasa es que la implementación no ha sido tan fácil y depende mucho de la voluntad y la decisión política de las distintas provincias. Eso ha tenido resultados diferentes en las distintas jurisdicciones. Ahora hay que cumplir la iniciativa. Se avanzó mucho en el conocimiento de los bosques, pero sigue siendo problemática la situación con todas las consecuencias que esto trae la provisión de servicios ecosistémicos, la regulación hídrica y la misma producción forestal.

-¿El desarrollo de la industria forestal puede ser sostenible y compatible con el cuidado de los bosques nativos?

-Sí, la dificultad está en determinar cuál es la posibilidad de uso para hacerlo sostenible. Pero debe ser sostenible, porque no podemos concebir la utilización del bosque si va asociada a la degradación o a su pérdida. Durante muchos años se usó a los bosques sin tener en cuenta la tasa de regeneración y eso llevó a la degradación. Por otro lado, cuando por conservar los bosques no brindan los servicios ecosistémicos que demandan las poblaciones locales, pierden el valor y pierden el interés en la conservación de la población. Una de las formas de conservar el bosque es lograr que la gente lo valore. Es difícil conservar lo que no se valora. El uso de los bosques por parte de los pobladores es una de las herramientas que deberían considerarse a la hora de la conservación, más allá de la conservación por sí misma en algunas áreas. Pero hay zonas donde deberían poder manejarse en forma sustentable.

-¿Cuál es la relación entre ciencia, educación y concientización de la población a la hora de cuidar los bosques nativos?

-El vínculo es absoluto. La ciencia es necesaria para la generación de saberes y el entendimiento del funcionamiento de los bosques y de los productos que brindan. La educación formal está relacionada a la transmisión de estos conocimientos y la aplicación de estos en la formación de profesionales que van a manejar los bosques y hacer producción forestal. Y la divulgación forma parte de la valoración del bosque, que es imposible si la gente no aprecia o no sabe lo que aporta un bosque. Están íntimamente relacionados estos tres puntos. La transferencia de conocimientos a pobladores locales para el manejo de los bosques es un rol importante y a la vez tomar los saberes de los pobladores locales para recuperarlos y hacerlos llegar a la parte académica. La conservación de los bosques tiene que ir asociada al bienestar de los pobladores que lo habitan. Asimismo, resulta importante vincular el conocimiento de distintos actores, este es uno de los objetivos principales de REDFORar, vincular distintas disciplinas en esta discusión sobre el manejo sustentable de los bosques y la industria forestal.