¿Cómo funciona el sistema previsional argentino?
La Oficina de Presupuesto del Congreso analizó el ejercicio 2021 del SIPA y detectó que la estructura estatal cubrió el 51,6% de los beneficios que paga. Además, el informe determinó que los haberes previsionales promedio "no son suficientes para mantener en la etapa pasiva el nivel de vida durante la etapa activa".
La Oficina de Presupuesto del Congreso analizó el estado de situación del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). La estructura estatal cubrió, a diciembre de 2021, el 51,6% de sus obligaciones. “Los haberes previsionales promedio no son suficientes para mantener en la etapa pasiva el nivel de vida durante la etapa activa”, determinó el documento.
Los haberes previsionales promedio no son suficientes para mantener en la etapa pasiva el nivel de vida durante la etapa activa.
La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) es la responsable de administrar el principal sistema de previsión social del país que, a su vez, se encarga de sostener la capacidad económica individual o familiar ante la disminución de ingresos o la incapacidad de generarlos como consecuencia de la vejez, invalidez laboral o muerte. En detalle, el SIPA es de tipo colectivo, de reparto, principalmente contributivo, de administración pública y de participación obligatoria.
Población activa y pasiva
A diciembre de ejercicio pasado, el sistema previsional contaba con 9.905.314 aportantes únicos, que representan el 48% de la población activa en el país. El resto de los ciudadanos que recibe un salario o busca empleo se compone, principalmente, de trabajadores informales, no amparados por ninguna normativa (29%), seguido de personas que aportan a regímenes previsionales por fuera de ANSES (17%) y desocupados (6%).
Respecto a los pasivos, el mecanismo registraba 5.420.234 beneficiarios (76% de la población en edad teórica pasiva). El 80% de ellos perciben un único beneficio previsional (jubilación o pensión). El resto de la población en edad de jubilarse la componen los pasivos de regímenes por fuera de ANSES (12%), quienes reciben la Prestación Universal de Adultos Mayores (3%) y quienes no poseen ningún tipo de cobertura (9%). Este último grupo lo componen personas en edad pasiva que continúan trabajando para el mercado formal y para el informal, así como inactivos sin ingresos.
El SIPA cubrió 51,6% de los beneficios que paga, presentando así un déficit de $144.016 millones.
En definitiva, según el texto de la OPC, el SIPA cubrió 51,6% de los beneficios que paga. Si se quisiera cubrir el déficit mediante aportes y contribuciones (manteniendo el resto de las variables constantes), éstas deberían aumentar, en promedio, 26 puntos porcentuales sobre las remuneraciones actuales.
En cambio, si se operara sobre la relación activos - pasivos, “los activos del sistema debieran ser el doble de los actuales para tener un resultado financiero nulo”, indicó el informe. Asimismo, al evaluar el sistema previsional, la OPC determinó que “los haberes previsionales promedio no son suficientes para mantener en la etapa pasiva el nivel de vida durante la etapa activa”.
Eficiencia del sistema
Con el fin de mejorar la eficiencia del SIPA, la Oficina de Presupuesto propuso modificaciones y ampliaciones. La principal comprende el aumento en la cantidad de trabajadores activos aportantes a través de la “formalización de trabajadores informales y de la incorporación al mercado laboral formal de los desocupados”. Por otro lado, se indicó la necesidad de “armonización de las cotizaciones de los trabajadores independientes” y, por último, el incremento en las remuneraciones de los asalariados activos y, por ende, en las cotizaciones que ingresan al sistema.