El jueves 5 se inauguró en el Centro Creativo El Obrador una muestra por los 15 años de la tragedia de la República Cromañón. La Asociación de Personal de Organismos de Control (APOC) junto a la organización de la sociedad civil Familias por la Vida, organizaron esta exposición que se podrá visitar hasta el 30 de marzo del año próximo, día en el que se se conmemora a las víctimas.

La noche del 30 de diciembre de 2004 el fuego se llevó sueños, ilusiones y 194 vidas. Nada volvió a ser igual desde entonces. Ni para los jóvenes, ni para la cultura, ni para los familiares, ni para el control de los espacios recreativos. Con una línea de tiempo que muestra el antes, el durante y el después de lo ocurrido, esta exhibición hace un recorrido por lo que fueron las causales y las consecuencias de la catástrofe.

Nilda Gómez, madre de una de las víctimas fallecidad y miembro de Familias por la Vida.
Nilda Gómez, madre de una de las víctimas fallecidad y miembro de Familias por la Vida.

“¿Qué podemos hacer con tanto dolor? La idea fue transformarlo en acciones que tienen que ver con el amor hacia los que quedamos, los sobrevivientes, los jóvenes y todo un país que también sufrió”, expresó Nilda Gómez, miembro de la ONG quien estuvo presente en la inauguración junto a Federico Recagno, secretario general de APOC, Hugo Quintana, secretario general Nación y Juan José Tufaro, por la seccional CABA.

Nilda es la mama de Mariano Benitez, fallecido en la noche trágica. Luego de eso, estudió Abogacía para hacer justicia y, junto a otros familiares, lograron cambiar una cultura de descontrol. “Firmamos convenios con distintas instituciones, sindicatos como APOC y diferentes municipios. De esta forma, pudimos prender la luz en la noche, ver las problemáticas que la rodean, intentar salvar vidas y que no vuelva a pasar”, aseveró.

Cromañón se quitó el velo a una realidad y se pudo vislumbrar la falta de inspección, fiscalización y control en los boliches clase C.  A raíz de esto, en diciembre de 2007 se creó la Agencia Gubernamental de Control (AGC) por medio de la Ley N° 262, la cual se encarga de habilitar y monitorear el funcionamiento, la seguridad e higiene de los locales comerciales, industriales y eventos masivos en la Ciudad.

Marisa Castroman entró a trabajar en el ente ni bien se fundó: “Fui parte del primer grupo de inspectores profesionales ingresados post Cromañón para vigilar la noche. Hace 15 años que registramos todos los locales de funcionamiento nocturno, ya sean bailables, quioscos, locutorios, lo que sea”, detalló.

La ONG y la Agencia Gubernamental de Control lograron 570 clausuras.

En 2013, Familias por la Vida firmó un convenio con la AGC y desde entonces trabajan juntos. Uno de los miembros de la ONG es Oscar Filardi y se desempeña como nexo con la Agencia.

La noche del 30 de diciembre él estaba en el establecimiento junto a su hijo, Juan Ignacio, quien había ido con dos amigos. Los cuatro lograron salir con vida de ahí. “Lo que hacemos es trabajar mancomunadamente. Recibimos denuncias de la nocturnidad y se las derivamos a la Agencia para que actúe. Nosotros no inspeccionamos, no controlamos, somos el enlace entre el ciudadano y el Estado”, remarcó e informó que en estos años, consiguieron 570 clausuras.

¿Qué rol les cabe a los organismos de control?

Federico Recagno destacó que “siempre que quieren explicar lo que hacen desde los organismos de control utilizan dos casos de tragedia: Cromañón y Once. Son ejemplos de lo que el control advierte que puede pasar y funcionarios con responsabilidades a cargo no escuchan”.

A su vez, Quintana, reivindicó el trabajo de la auditoría y afirmó: “Tenemos que ser los entes que eviten que pase esto”.  Por su parte, Tufaro señaló que "hay que aprender a no tener que esperar que suceda la catástrofe para darse cuenta las consecuencias de la desidia y la corrupción”.

Federico Recagno, Hugo Quintana y Juan José Tufaro reflexionaron sobre la tragedia que se pudo haber evitado.
Federico Recagno, Hugo Quintana y Juan José Tufaro reflexionaron sobre la tragedia que se pudo haber evitado.

En ese marco, Alicia Margarita Boero fue auditora general de la Ciudad de Buenos Aires entre 2003 y 2007. Con un grupo de técnicos., trabajaban en un informe en el que advertían las falencias de los boliches clase C, pero la fatalidad llegó antes de que lo presentaran.

“Tenemos que aprender a no tener que esperar a que suceda la desdicha. A partir de ahí, se le empezó a dar más importancia al trabajo de auditoría”, sentenció en la apertura de la muestra.

"Cromañón y Once son ejemplos de lo que el control advierte y funcionarios no escuchan", según Recagno.

Entre los logros que se concretaron, desde la ONG resaltan la sanción de la Ley N° 27.372 de Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos; la Ley N° 23.370 de Admisión, también llamada “Ley de patovicas”, que estableció un registro de los trabajadores de este sector y el Plan de Atención de Catástrofes y de Coordinación entre los equipos de rescate a nivel nacional y en la ciudad.

En la misma línea, en 2009 la Legislatura bonaerense sancionó la Ley N° 14.050 de Nocturnidad para regular y establecer normas de prevención para actividades de noche. En septiembre de 2016, aprobaron la Ley N° 5.641 de Eventos de Masiva Concurrencia, que estableció condicionamientos de seguridad básica.

“Intentamos reivindicar la vida de los chicos y pensar que su muerte no fue en vano porque se llegó a muchas cosas buenas. Poner el foco en lo positivo nos ayuda a seguir”, reflexionó Nilda Gómez.

Si bien hay cambios en la noche, en las formas de controlar y de “salir”, todavía quedan pendientes determinadas transformaciones que garanticen la seguridad de los jóvenes y su derecho a divertirse. “Lo que falta es concientizar. Se avanzó mucho, pero en mi opinión Cromañón podría volver a suceder. Estamos a mitad de camino, el tema de la nocturnidad es complejo. El poder político hace oídos sordos y está con un balde en la cabeza. Por eso es necesario crear conciencia”, evaluó Filardi.