Andrés Bernhardt: “Me parece que debería haber más juicios de este tipo”
El presidente del primer jurado popular de la provincia de Buenos Aires que, en 2015, declaró “no culpable” a un hombre que había matado a otro para defender a su hermana. Cree que esta modalidad ayudar a agilizar la Justicia
Publicado en el suplemento
Acciones para la Participación Ciudadana, en Diario Perfil
La primera semana de marzo de 2015,el Tribunal Oral N° 5 de San Martín sentó en el banquillo de los acusados a Guillermo Alberto Barros (26), imputado por el asesinato de su ex cuñado, Víctor Armella,ocurrido el 31 de enero de 2014, en José León Suárez. Fue el primer juicio por jurados que se llevó a cabo en la provincia de Buenos Aires.
Luego de tres días y medio, un jurado popular decidió declarar “no culpable” a Barros. El encargado de leer el veredicto fue Andrés Bernhardt, quien hoy tiene 41 años, es vidriero y herrero artístico, y vive desde toda la vida en la localidad donde ocurrió el hecho que se juzgó.
- ¿Qué pensaste cuándo te llegó la citación?
Desconocía de qué se trataba. Un día me llamó mi vieja y me dijo que me había ido a buscar la Policía con citación de urgencia y me preguntó qué había hecho. Había sido sorteado, fui a una entrevista, firmé una declaración jurada, pero nunca imaginé que iba a quedar seleccionado.
- ¿No te tenías fe?
En el último filtro éramos 60 y quedamos 18. Pensé que no iba a ser seleccionado, pero fui pasando las diferentes instancias.
- ¿Qué sabías del caso?
La carátula era homicidio en riña o algo así. Nos informaron un poco y lo primero que uno piensa es que si mató, debe ir preso. Uno prejuzga, arranca con ese pensamiento. El juicio duró tres días y medio.Empezamos a escuchar a los testigos, las declaraciones, a los peritos forenses y la mentalidad va cambiando, no era como pensaba. Luego, se llegó a la definición de que era inocente, de que había actuado en defensa de la hermana, quien ya había hecho seis o siete denuncias por maltrato contra Armella.
- ¿Sentiste miedo en algún momento del proceso?
No, miedo no. El primer día, el juzgado ofreció custodia personal de ida y vuelta,con patrulleros. Lo sentí muy exagerado y dije que no, que me movía por mi cuenta.Otro muchacho y yo lo decidimos así. A los demás los iban a buscar policías armados con ametralladoras, un circo que era innecesario.
- ¿Quién les pasaba la informa-ción?
La información es en vivo y en directo.Se escucha al defensor, a la fiscal y el último día se hacen los alegatos. La fiscal no tenía argumentos, trataba de defender lo indefendible. Me identifiqué mucho con el acusado, porque era un tipo laburante. Uno empieza a prestar atención, escucha las versiones, él no tenía antecedentes, era mecánico, estaba por ser papá, no tenía necesidad de meterse en ese lío.
- ¿Cómo fue el día del veredicto?
La noche anterior me costó dormir un poquito. Esos tres días de juicio llegaba a casa y la cabeza no paraba. La última noche, no digo que no dormí, pero me acosté y me levanté pensando en eso. Fue un día muy intenso. Todos teníamos ya una decisión tomada, aunque no la compartíamos con los demás. Nos pusimos de acuerdo en cinco minutos.
- ¿Cómo se decidió que fueras el presidente del jurado?
Es solo para leer el veredicto. Cuando estaban decidiendo, no tenía intenciones de serlo. Eligieron a una señora mayor,que no quería. Entonces, empezaron a preguntar quién. Como nadie quería hacerse cargo, me señalaron a mí y acepté.Lo tomé como que solo era dar el veredicto y nada más. Cuando empezamos a ir a la sala y había un pasillo policial, me pregunté para qué había dicho que sí. En-tramos, había periodistas de todos lados,el recinto lleno. Tenía mucha presión encima. Me preguntaron si tenía el veredicto y dije que sí. Estaba nervioso, había un silencio que no volaba una mosca.
- ¿Qué recuerdos tenés luego de leer el fallo?
La familia del detenido festejaba. Había estado un año preso, con su esposa a punto de parir. Fue un momento muy emocionante, la familia lloraba desconsolada,el acusado me miró, me hizo una seña con la cabeza y estuve a punto de llorar. Miré para otro lado para no quebrarme y lo vi al juez haciendo puchero. Nos fuimos a la sala donde deliberábamos y ahí no aguanté. Estaba decidiendo la libertad de un tipo que se comía de 15 a 20 años de cárcel por haber defendido a la hermana.
- ¿Por qué creés que muchos acusados piden juicio por jurado?
Porque subestiman a la gente. Se piensan que los abogados pueden envolver con lindas palabras y hacer zafar al acusado, es el último manotazo de ahogado.
- ¿Pensabas lo mismo de este tipo de juicios antes de ser convocado?
No tenía idea de lo que era. Si bien uno ve películas toda la vida, nunca le había prestado esa atención. Creo que, por un tema de agilizar los juicios, debería usar-se más. Simplifica el proceso y se evita la corrupción