La Subsecretaría de Ambiente de la Nación revisó las obras de gestión de residuos en Santiago del Estero y Córdoba. Ambos proyectos de centros ambientales buscan hacer frente a la problemática de los residuos urbanos. 

En Córdoba, el centro de gestión ambiental Villa María-Villa Nueva está diseñado para gestionar los residuos sólidos urbanos de los municipios cordobeses, lo que beneficiará a más de 99.000 habitantes. 

La obra está inserta en el Plan Provincial de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos, plan que comprende la construcción de módulos de relleno sanitario para disposición final de RSU; una planta de separación con construcciones civiles e instalaciones generales; plantas de tratamiento de vidrio, neumáticos y áridos; un sector de acopio de voluminosos; otro de poda y compostaje; suministros de servicios y de equipamiento para operación del centro ambiental. 

Sobre los avances de la obra, desde la Subsecretaría de Ambiente comentaron que se comenzó con el saneamiento del basural a cielo abierto donde se emplaza el centro ambiental y registra un avance de casi el 80%.

En Santiago del Estero, al proyecto de diseño, construcción y operación del Centro Ambiental, se le suma una planta de separación para el municipio de La Banda, y el cierre técnico de los basurales a cielo abierto. 

La construcción del centro ambiental incluye la planta de separación y clasificación y la construcción de los módulos de disposición final. El mismo contará con sector de clasificación de poda, chipeo y compostaje, vidrios y neumáticos, remanentes de construcción y sector de áridos. 

Desde la Subsecretaría de Ambiente precisaron que la obra cuenta con un cierto grado de avance en la preclausura y clausura del basural a cielo abierto que comprende unas 29 hectáreas.

¿Cómo funciona el GIRSU

La Auditoría General de la Nación (AGN) publicó un informe sobre un seguimiento al Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) para verificar el grado de adopción de las recomendaciones realizadas en una auditoría anterior. De las observaciones de 2020, sólo se regularizaron el 30%.  

En el informe publicado por el organismo de control en 2020, donde se analizó el periodo que va desde enero de 2016 a agosto de 2018, se detectó que los objetivos y metas no fueron cumplidos y se solicitó un seguimiento del caso. Tres años después de aquella auditoría de los 18 hallazgos solo se regularizaron seis, otros ocho no fueron regularizados y cuatro lo hicieron de forma parcial.