La AGN cuestionó la conservación de las rutas por parte de la Dirección Nacional de Vialidad
En la primera sesión del Colegio de Auditores bajo la presidencia de Juan Manuel Olmos, se aprobó un trabajo sobre el "mantenimiento por administración” de los caminos del territorio argentino. Deficiencias en los registros y falta de datos fueron algunos de los hallazgos.
El Colegio de Auditores Generales de la Nación llevó a cabo su última sesión del año. La reunión fue la primera con temario para el nuevo presidente del organismo, Juan Manuel Olmos, quien se había presentado anteriormente en una sesión especial.
Durante la jornada se aprobaron diferentes informes, entre ellos, una auditoría en el ámbito de la Dirección Nacional de Vialidad, en relación a la gestión respecto de tareas de conservación de rutas ejecutadas mediante el sistema de “mantenimiento por administración”. El periodo auditado abarcó desde enero de 2017 hasta marzo de 2019.
El trabajo fue presentado por el auditor general, Gabriel Mihura Estrada, quien en el inicio de su exposición explicó que las intervenciones de mantenimiento de rutas se realizan bajo distintas modalidades.
En el caso de obras nuevas, se realizan con concesión de obras públicas licitadas por la Dirección Nacional de Vialidad o a través de acuerdos con cada jurisdicción. Cuando se trata de obras de recuperación, se hacen contratos vía peajes o de mantenimiento. El tercer caso es el que analiza el informe: mantenimiento por administración, que tiene el objetivo de proporcionar un aceptable grado de conservación de los caminos y mantener rangos aceptables de deterioro en infraestructura. Los tramos que quedan sujetos a esta modalidad son aquellos que no son atendidos por los otros sistemas.
En relación a los hallazgos del informe, Mihura Estrada mencionó que existen “deficiencias en circuitos administrativos” y se evidenció “falta de datos e inconsistencia de la información”.
“La registración de las tareas de mantenimiento fue inapropiada y el registro de validaciones realizado por el personal superior en las distintas etapas del proceso fue deficiente”, aclaró el auditor general.
En el informe se indicó que “no se realizó la medición completa del estado de las trazas y no se dispuso de la cantidad de agentes requeridos”. Además se refirió a que “en algunos distritos no se proveyó de materiales óptimos para el trabajo”.
Luego de la presentación del trabajo y previo a la aprobación del mismo, el auditor general Gabriel Mihura Estrada destacó la importancia y lo oportuno de analizar las obras de la Dirección Nacional de Vialidad “en momentos donde se discute la obra pública” y manifestó que “suponer que solo pueden hacerse con financiamiento privado parece poco razonable”.