Los 30 años de la AGN desde la mirada de sus gestores
Norberto Bruno, Alberto Assisa y Jorge Forlano, tres referentes que fueron parte de los inicios de la Auditoría General de la Nación, repasan lo que representó el organismo, el camino recorrido y los retos que enfrenta en la actualidad.
El 30 de septiembre de 1992, tras la sanción de la Ley 24.156 de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional, tuvo origen la Auditoría General de la Nación (AGN). Desde El Auditor.info convocamos a protagonistas de los momentos fundacionales de la entidad de control para dialogar sobre los inicios, los cambios experimentados y los retos a futuro.
“La concepción de la AGN resultó prometedora para el propósito de poner en valor al control público como institución y como técnica", aseguró Norberto Bruno, profesor titular de Finanzas Públicas en la Universidad Nacional de La Matanza, quien formó parte de la AGN desde 1993 a 1999. En este sentido, indicó que las competencias atribuidas al organismo, por la ley primero y por la Constitución Nacional más tarde, significaban “correr las fronteras del control hacia la evaluación de la gestión y de sus resultados”, e ir más más allá de los aspectos financieros y normativos como se venía haciendo desde su organismo antecesor, el Tribunal de Cuentas de la Nación.
Bruno señaló además que, con la Ley 24.156, se logró dejar atrás un modelo de control externo segmentado en función de los sujetos. “Se crea la Auditoría General de la Nación para todo lo que es control externo y la Sindicatura General de la Nación para el control interno. El control externo a cargo de la AGN incluye a todo el sector público, abarcando también a los entes adjudicatarios de privatizaciones como las concesionarias de gas o de energía eléctrica”, expresó.
“Hubo que montar un organismo desde cero”.
Al igual que Bruno, Jorge Forlano participó de los comienzos de la AGN y recordó que fueron “años intensos” de mucho trabajo, fundamentalmente técnico. Entre 1993 hasta el 2000 se desempeñó como gerente general del sector público no financiero y de 2012 a 2018, como subgerente de Transferencias y gerente de entes reguladores y empresas de servicios públicos. “Hubo que armar manuales de trabajo, estructuras, estandarizar procedimientos, sacar normas de funcionamiento. Montar todo un organismo desde cero”, detalló.
“Era una época en la que se realizaban muchos informes”, manifestó y reconoció que en estas décadas se avanzó en muchos procedimientos y en la adaptación a los tiempos y nuevos modos que impuso la tecnología. “Son nuevas formas de trabajar y eso también afecta al control. Hoy el desafío que enfrenta la Auditoría es que con una estructura mucho más grande a la que teníamos en los 90 se agilice la aprobación de los informes para contribuir a una toma de decisión más eficaz”.
“Intentamos realizar un cambio profundo de lo que era una auditoría y lo hicimos”.
Alberto Assisa fue prosecretario desde los inicios de la AGN hasta los años que fueron presididos por Leandro Despouy. "Intentamos realizar un cambio profundo de lo que era una auditoria y lo hicimos en un clima de muchísima confraternidad y trabajo en conjunto. La importancia del Artículo 85 de la Constitución significó un paso importante en el control porque determinó que un representante del principal partido político de la oposición deba presidir la AGN, lo que da cuenta de la independencia del organismo frente al poder de turno”.
Para Assisa la Auditoría hoy enfrenta varios retos, entre ellos optimizar los recursos y alcanzar un organismo “más institucionalizado y al servicio de la mejora de la administración pública que se sobreponga a desafíos políticos tan duros como los que se están dando. Así la AGN será útil”, sentenció.
Por una ley actualizada
Una de las reformas que se vienen discutiendo y para la cual se desarrollaron diversos proyectos es la actualización de la ley 24.156. “Hay necesidad de actualizarla. Tiene que haber un mecanismo más firme en los informes y una respuesta más concreta. Debería haber un control concomitante y en tiempo real sobre todo en áreas que tienen que ver con obras públicas o fideicomisos, por ejemplo”, opinó Forlano.
En sintonía, Bruno agregó que es necesario maximizar la oportunidad de los exámenes y de los informes para que éstos puedan aumentar su valor contributivo. “Hoy hay disponibles interesantes herramientas tecnológicas de auditoría y control, como para tener intervenciones cercanas, desde el punto de vista temporal, a los hechos, actos y procesos administrativos que merecen ser objeto de evaluación”.
"El modelo de control adoptado por la ley es integral en cuanto a la materia auditable y también en cuanto a los sujetos de control. Una novedad que incorporó la ley es que la conducción superior de la AGN es un cuerpo colegiado, de nombramiento parlamentario, y ello permite la participación de las minorías políticas. El Artículo 85 de la Constitución Nacional manda reglamentar el funcionamiento de la AGN a través de una ley que debe ser aprobada por mayoría absoluta de los miembros de cada Cámara del Congreso, algo que todavía no se hizo”, indicó Bruno.
Cabe destacar que una particularidad de la incorporación constitucional de la AGN, tal vez única en el mundo, es que la presidencia del organismo se cubre a propuesta del partido político de oposición con mayor número de legisladores en el Congreso.
“Hay que ir adaptando la ley para que sirva a una mayor institucionalización e independencia, que sea mas útil a los intereses del país”, sumó Assisa y citó como cierre una frase del ex presidente Raúl Alfonsín: “En el fondo de lo que se trata es de custodiar la honradez de la República”.