¿Cómo trabajaron los organismos de control durante la pandemia? ¿Por qué la evaluación de políticas públicas no es parte de la agenda mediática? ¿Cómo difundir y jerarquizar los trabajos de fiscalización? Algunas de estas cuestiones fueron abordadas en la mesa sobre Evaluación de Políticas y Control Público en el Fortalecimiento de las Capacidades Estatales organizada en el marco de los diálogos intersectoriales de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo.

En un encuentro virtual, que fue seguido por Zoom y puede ser visto por Youtube, la directora de la maestría en Auditoría Gubernamental de la UNSAM, María Estela Moreno; el coordinador de Fundación Éforo, Fabián Méndez; y la directora de Monitoreo y Evaluación de CIPPEC, Natalia Aquilino, discutieron sobre la actualidad de los organismos de control y el rol de la evaluación de políticas públicas.

Descontrol ante la pandemia

 “En marzo de 2020 hubo un cambio radical en el hacer de la gestión pública y nos encontramos ante una situación que debíamos controlar en tiempos de descontrol”, deslizó Moreno sobre el impacto que generó el aislamiento ante la llegada de la pandemia. “Se había impuesto una nueva lógica y no sabíamos cómo poner el control al servicio de esa otra modalidad”, afirmó. 

"Perdimos una enorme oportunidad de acompañar un cambio en la gestión", señaló Moreno sobre el rol de los auditores.

Según explicó, las herramientas con las que trabajaban los auditores ya no servían para trabajar frente al confinamiento. Varios meses fueron destinados a elaborar estrategias que se adapten a las condiciones impuestas y establecer nuevas normas.

“Teníamos que tener la flexibilidad para responder a ese cambio. Perdimos una enorme oportunidad de acompañar un cambio en la gestión. Nos costó mucho controlar esa nueva lógica de funcionamiento. En el sistema argentino hacemos control posterior, estábamos ante una situación que nos desorientaba y dejaba en offside”, señaló la directora de la maestría. 

Moreno reconoció que el rol de los auditores suele estar atado a convenciones y que estos tiempos resultaron interesantes para realizar una revisión y reflexionar sobre posibles cambios a implementar.“Los auditores identificamos y administramos riesgos. Debería haber sido más fácil asimilar todo este cambio a nuestra tarea. Pienso en ese rol que deberíamos tener para ordenar los procesos y poder hacer nuestro aporte a las políticas públicas. Hoy nos encontramos con que en muchos casos no tenemos una dimensión real del alcance de la interrupción de la pandemia”, afirmó. 

Los desafíos de evaluar políticas y controlar el Estado en Argentina

En este sentido, la auditora planteo que en muchos organismos se registraron cambios sustantivos en los procesos y que desde la Auditoría se requiere revisar cómo se ejecutaron las tareas de control, con qué alcances, de qué forma trabajaron los auditores como para poder perfeccionar el trabajo a futuro, qué aportes se hicieron. “Tenemos una responsabilidad pública y no podemos ir por el atajo, por el hacemos lo que podemos”, reflexionó. 

El aporte de organizaciones civiles

 “¿Qué puede aportar una organización o fundación como Éforo, que reflexiona sobre el control y la evaluación de políticas, para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía?, planteó por su parte Fabián Méndez. 

El 70% de los auditores trabajó con equipamiento propio y no había tenido prácticas de teletrabajo previo a la pandemia.

El coordinador de la organización recordó que realizaron el año pasado una encuesta en 14 provincias sobre cómo llevaban adelante las tareas de auditoría. “El 70% nos dijo que trabajaba con equipamiento propio y que no habían tenido prácticas de teletrabajo previo a la pandemia. Además vimos que en las páginas de los organismos de control, sólo el 40% publica los informes que realiza”, indicó.

Otro de los puntos destacados del relevamiento realizado por Fundación Éforo fue que pocos organismos de control contaban con mujeres en puestos de jerarquía. “En tribunales de cuenta o auditorias es dispar la participación femenina y notamos que en siete organismos de control directamente no hay mujeres en los cargos más altos”, agregó.

La difusión y el acceso a la información es otro de los temas relevantes en lo referente a las auditorías. “Muchos de los informes generados presentan grandes dificultades para su comprensión y poder transmitir el trabajo que realizan los organismos de control es importante para que la ciudadanía entienda la relevancia de ese rol”, explicó Méndez y recordó que bajo esa premisa se gestó ElAuditor.info.

El estado al servicio de las necesidades

Por su parte, Aquilino se refirió también a la relevancia de la difusión de las tareas de control y remarcó que una de las grandes dificultades es que la evaluación de las políticas llega tarde a la agenda mediática. 

"La evaluación de las políticas llega tarde a la agenda mediática", señaló Aquilino.

“Cuando se finaliza el proceso de evaluación ya el tema pasó y es muy difícil ponerlo en agenda. También hay un déficit de cómo hacerlo comunicable. Que ese informe sea una herramienta publica y transformadora”, remarcó Aquilino.

La representante de CIPPEC señaló que en el país las evaluaciones se realizan sin un organismo rector, de manera sectorial y que termina debilitando al sistema porque es una evaluación fragmentada. “Tampoco hay un presupuesto para el control del Estado y esto es otra debilidad”, señaló. 

La especialista en monitoreo y evaluación destacó que “Argentina debe consensuar una política de evaluación. Tener algún tipo de ley que regule la políticas evaluadoras. Hay mucho para construir. Falta un montón y lo necesario es fortalecer las capacidades estatales”. Y sostuvo que el país aún conserva un pensamiento de que la evaluación de políticas públicas está vinculado a la cooperación o demanda de organismos internacionales y no a la gestión de conocimiento que permitiría optimizar recursos y mejorar la administración.