“Nosotros no tenemos agua”
La situación de la ciudad chubutense la describió Leandro Calvo, coordinador del programa de internacionalización local. De los cortes de suministro programados a la idea de una planta de desalinización.
El mayo la Universidad Nacional de Cuyo organizó unas Jornadas sobre Gobierno Abierto. Participaron referentes de todo el territorio argentino y hubo una declaración que llamó la atención. “Comodoro Rivadavia se está quedando sin agua”, aseguró durante su exposición Leandro Calvo, coordinador del programa de internacionalización del municipio, área que depende de la Secretaría de Gobierno, Modernización y Transparencia.
Ante esa afirmación, El Auditor.info se comunicó con Calvo para entender la problemática que afecta a Comodoro Rivadavia y las soluciones posibles, que van desde los cortes de suministros programados hasta la idea de desarrollar una planta desalinizadora para potabilizar el agua del océano, a través de empresas internacionales, idea que surgió a raíz una herramienta novedosa: la internacionalización.
"Es un problema urgente que afecta a más de 450 mil personas", señaló Calvo
“Nosotros no tenemos agua. Es un problema urgente que afecta a más de 450 mil personas porque el mismo acueducto provee a cuatro ciudades. Es algo que compartimos con casi todos los municipios costeros patagónicos y muy parecido a lo que sucede en otras ciudades costeras del mundo, el insuficiente e inadecuado acceso al agua potable y su saneamiento”, describió Calvo.
El Coordinador del programa de internacionalización reconoció que en el municipio no está garantizada la provisión de agua. “Tenemos hasta dos cortes semanales programados, más los que se producen por roturas. Es el desafío más urgente que tenemos. Es un problema, pero para otros es una gran oportunidad”, aseguró.
¿Para quién representa una oportunidad el hecho de que Comodoro Rivadavia se esté quedando sin agua? Ahí aparece el programa que Calvo coordina: la internacionalización.
“La internacionalización es una herramienta para la acción puesta al servicio del Estado local para crear oportunidades reales y llegar a los objetivos de desarrollo sostenible estableciendo desde el gobierno local relaciones con el sector público y privado del extranjero”, explicó Calvo.
En Comodoro reconocen que se necesita una política integral del agua. Se requiere educación, concientización y otras cuestiones. “En ese marco, una de las patas es avanzar hacia la obtención de nuevas fuentes de suministro, que sería a través de la desalinización”, adelantó el responsable del programa de internacionalización.
“Estamos trabajando con Israel y con Francia, con empresas que nos pusieron en contacto desde las embajadas. La necesidad es hacer una política multidimensional, con todos los actores locales involucrados, educación, ciencia, cámaras empresarias. Estamos creando una escuela municipal de agua, reactivando las plantas de tratamiento de afluentes y avanzando con los estudios para desalinizar”, detalló Calvo.
¿Qué les ofrece Comodoro Rivadavia a otros países? Calvo es contundente en ese sentido. “Una grandísima oportunidad. Ofrecemos las mejores condiciones del mundo para la generación de energía limpia. Tenemos aeropuerto para cargas, el único de la Patagonia y un puerto con gran infraestructura”.
Desalinización del agua
La desalinización es por osmosis inversa. En una planta, se somete al agua a un proceso fisicoquímico y hace el agua no salada y apta de consumo humano.
“El mundo entero va hacia eso. Israel tiene el 100% de su agua proveniente del océano”, ejemplificó Calvo y comentó que en la Patagonia ya existen plantas de ese tipo, pero que resultan ínfimas para las necesidades actuales. “Nosotros pretendemos una planta de gran escala y queremos que el funcionamiento sea, en el peor de los casos, híbrido en cuanto a la energía. Tienen una gran demanda y nosotros queremos que provenga de fuentes limpias”, agregó.
En Comodoro calculan que una planta de desalinización de la magnitud que requiere la situación puede llevar cuatro años de desarrollo. “La acción es inmediata y los resultados son a mediano y largo plazo. Buscamos la solución completa y es complejo, se debe capacitar a la totalidad de los operarios que trabajen allí. En el mundo, ese tipo de plantas son consideradas como bienes estratégicos”, concluyó Calvo.