El reciente gobierno nacional ha establecido una agenda política acelerada, que se puso en marcha con el discurso inaugural del presidente Javier Milei en el Congreso. Esa presentación dio lugar a un anuncio innovador: la convocatoria a todas las fuerzas políticas para firmar un pacto el próximo 25 de mayo en la Provincia de Córdoba. Según el texto original, el Presidente invita a las 23 provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a firmar un acuerdo de 10 puntos que reconstituye las bases de Argentina.

En los últimos años se han realizado varios intentos de acuerdos nacionales y pactos económicos, políticos y sociales. Estos esfuerzos buscaban establecer medidas a largo plazo, políticas de estado y compromisos duraderos en aspectos fundamentales. Sin embargo, esta nueva propuesta de un pacto fundacional recuerda a los pactos preexistentes mencionados en nuestra Constitución, que fueron el preludio de la organización nacional. Como hemos sostenido en diversas ocasiones, las lecciones de la historia son útiles para aprender de los errores del pasado y replicar los aciertos.

Los acuerdos firmados durante las guerras civiles entre unitarios y federales sentaron las bases para la futura unión federal. Estos acuerdos pacificaron, en muchos casos, las partes en disputa y proporcionaron un marco para la cooperación entre las provincias, permitiendo la formación de un estado nacional unificado. Los acuerdos preexistentes a los que se refiere la Constitución Nacional son una serie de pactos y tratados firmados en este contexto, entre los que se destacan el Tratado del Pilar, el Tratado de Benegas, el Tratado del Cuadrilátero, el Pacto Federal, el Protocolo de Palermo y el Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos. Este último fue el precedente directo de la Constitución de 1853.

Estos acuerdos tienen una importancia histórica y actual ya que expresan la fuerza de las provincias y ayudaron a definir la identidad argentina. A través de ellos, las provincias acordaron principios y valores que se convirtieron en parte integral de la identidad nacional. Pero, sobre todo, jugaron un papel en la protección de los derechos de las provincias, asegurando que retuvieran cierta autonomía y poderes, tal como lo consagra el artículo 121 de la CN.

En términos históricos, este nuevo “Pacto de Mayo” parece buscar un objetivo similar de unificación y cooperación al de aquellos acuerdos preexistentes, pero en un contexto muy diferente. En lugar de centrarse en la unificación política y territorial, parece estar más orientado hacia la consolidación económica y social. Los 10 puntos centrales propuestos por el gobierno central, con una clara impronta económica y fiscal, parecen estar diseñados para abordar los desafíos económicos y sociales actuales.

Es crucial destacar que, aunque este nuevo pacto puede buscar inspiración en los pactos históricos, existen diferencias notables. Los pactos históricos fueron acuerdos entre provincias, mientras que este nuevo pacto parece ser un acuerdo entre el gobierno federal y las provincias, y a primera vista, parece ser un acuerdo cerrado. Además, mientras que los pactos históricos se centraban en cuestiones de soberanía y autonomía provincial, este nuevo pacto parece estar más enfocado en cuestiones económicas y sociales.

El “Pacto de Mayo” propuesto por el presidente Javier Milei parece ser un intento de establecer un nuevo orden económico y social en Argentina. Aunque su formato puede estar inspirado en parte por los históricos pactos preexistentes mencionados en la Constitución Nacional Argentina, también refleja los desafíos únicos que enfrenta Argentina en el siglo XXI. 

En una era de creciente globalización e integración, estos acuerdos ofrecen lecciones valiosas sobre cómo equilibrar la unidad con la diversidad y la distribución de poder y responsabilidades. Nos recuerdan la importancia de respetar las diferencias regionales mientras trabajamos juntos hacia objetivos comunes. 

Como un evento reciente y catalizador en la vida pública argentina, será crucial seguir de cerca cómo se desarrolla este pacto y qué impacto tiene en la vida de todos los argentinos. Esperamos que sea una nueva oportunidad para superar las diferencias y lograr los grandes acuerdos en políticas de estado que nuestro país necesita y reclama.