El Tribunal de Cuentas Europeo analizó la situación de conservación de bosques en el viejo continente. El objetivo principal era detectar cómo financia la Unión Europea (UE) la lucha contra el cambio climático y salvaguarda la biodiversidad de acuerdo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Los resultados son positivos, pero limitados”, anunciaron.

Pese a que se aprobaron normas y se diseñaron políticas para abordar la deficiente conservación de los bosques, las medidas no dieron resultado. 

En Europa, los bosques cubren un territorio similar al que ocupa la agricultura. Sin embargo, hay cada vez más zonas cultivadas y la financiación de las áreas forestales sólo representa el 1% de lo que se otorga a la denominada Política Agrícola Común.

Según el Tribunal de Cuentas, la UE aprobó normas y adoptó estrategias para abordar la "deficiente situación" en materia de biodiversidad y de conservación de los bosques. Sin embargo, se observó que la calidad de las medidas de conservación de estos hábitats forestales sigue siendo problemática.

Entre otras, se creó el “Reglamento sobre la madera”, una iniciativa que buscaba terminar con los desmontes ilegales. No obstante la iniciativa, el Tribunal determinó que no se evaluó la calidad de los controles de los Estados miembros, ya que estas tareas se realizaban mediante teledetección para hacer un seguimiento de la tala en grandes superficies.

Otro punto que destacó el organismo de control es que la UE aborda la situación de los bosques en sus políticas sobre cambio climático. Sin embargo aclara que “los esfuerzos por mejorar el enfoque de las estrategias de adaptación al clima de las superficies arboladas se han visto obstaculizados por la falta de conocimientos e información”.

Además indicaron que “el sistema común de seguimiento de la UE no mide los efectos de las medidas forestales en lo que atañe a la biodiversidad y al cambio climático”.

Por último, se observó que la Unión destina las ayudas financieras a las acciones relacionadas con el cambio climático y la biodiversidad al ámbito de la silvicultura (el cultivo y formación de nuevos bosques). Este capital se canaliza a través del Fondo Europeo de Desarrollo Rural (FEADER), el cual para el tribunal “no garantiza una mayor biodiversidad y resiliencia frente al cambio climático''.

La Unión Europea tiene como estrategia que los Estados eleven el nivel de aplicación de la legislación vigente y que velen para que no se produzca ningún deterioro.

De cara al 2030, la Unión Europea tiene como estrategia que los Estados eleven el nivel de aplicación de la legislación vigente y que velen para que no se produzca ningún deterioro en el estado de conservación de ninguna de las especies y hábitats protegidos. 

Además, cada Estado debe garantizar que al menos el 30 % de las especies y hábitats que en la actualidad no presentan un estado favorable muestren una clara tendencia positiva. “La estrategia también tiene por objeto definir, cartografiar, supervisar y proteger estrictamente todos los bosques primarios y maduros que quedan en la UE”, indicó el Tribunal.

El organismo de control aseguró que uno de los objetivos clave de la estrategia de biodiversidad era restaurar al menos el 15% de los servicios ecosistémicos degradados en la UE para 2020, “por lo que se concluye que, en general, el estado de los bosques de la UE es deficiente; esto es porque algunos indicadores clave de degradación, como la defoliación de las copas de los árboles, siguen empeorando”, explicaron.

Dadas estas observaciones, el Tribunal de Cuentas recomendó mejorar la contribución de la UE a la biodiversidad y al tratamiento del cambio climático en los bosques. También pidieron reforzar la lucha contra la tala ilegal y mejorar el enfoque de las medidas forestales de desarrollo rural en materia de biodiversidad y cambio climático.