La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) realizó una visita a la ex Dirección General de Proyectos y Servicios a Escuelas (DGPySE) con el objetivo de investigar los controles que ella efectúa sobre las empresas que proveen alimentos a las escuelas dependientes del Gobierno de la Ciudad.  En ella detectó que el 46% de los protocolos bacteriológicos examinados “no presentan los análisis que certifican la ausencia de Eschericia Coli OH157:NM –bacteria que produce el síndrome urémico hemolítico- para los lotes de carnes”.

El informe, que fue aprobado este año sobre datos de 2009, expone además que en 5 de los 23 protocolos “falta la firma del responsable técnico”. Asimismo,  “no se acreditaron certificados de análisis bacteriológico para los lotes de fiambres expedidos por la empresa elaborada en 8 empresas adjudicatarias y, para los de queso, falta la presentación por parte de 5 compañías”.

Respecto a los controles bromatológicos, el organismo de control remarcó que “no se realizan en tiempo y forma” y cita como ejemplo que “los concesionarios no han remitido un 45% de los informes mensuales que están obligados a presentar durante el año”, a los efectos de asegurar que los alimentos sean aptos para el consumo.

La auditoria señaló además que “no se acreditaron constancias de desinsectación mensual en el 50% de las unidades productivas y en el 65% de las empresas adjudicatarias”, lo que permite constatar un bajo nivel en el control de plagas por parte de la Dirección en cuestión.

También se verificó un alto porcentaje de incumplimiento en los menús: “de las 16 empresas adjudicatarias que elaboran los refrigerios, 15 no cumple con lo contratado, es decir el 93,75%. Tampoco lo hace el 92,85% de las firmas que producen las viandas calientes” (13 de 14 casos).

En relación la alteración de los menús, la AGCBA señaló que no sólo “no poseen autorización expresa por parte de la DGPySE” para hacerlo, sino que “le corresponde al organismo auditado tomar las medidas pertinentes a fin de aplicar las penalidades previstas” a las plantas elaboradoras que no respeten los platos.

Cuando los auditores analizaron las habilitaciones detectaron que aquí también existe una “falta de control” por parte de la Dirección auditada: de las 29 plantas elaboradoras, “el 25% tienen la tienen en trámite o está funcionando con permisos; de las unidades productivas 3 de 4 se encuentran en la misma situación”. No obstante, y a pesar de que el artículo 76 del pliego de condiciones indica que quienes tengan su habilitación en proceso de tramitación no pueden asignar raciones diarias mayores a las 1000 unidades, las 3 unidades en cuestión lo hacen.

En la entidad productiva Cooperativa Evencoop Ltda., según constató la AGCBA, “falta la instalación de gas natural, provocando que no se utilicen los equipos de cocción (hornos) necesarios para poder cumplir con el mosaico vigente (refrigerios)”. Asimismo también observó “falta de agua caliente, lo que impide una correcta sanitización del local”. A pesar de ello, esta empresa “fue contratada para la provisión de 3.417 colaciones diarias durante el 2009 y es una de las tres unidades productivas con su habilitación en trámite.

Penalizaciones

Según el relevamiento que hicieron los auditores aún se encuentran “pendientes de resolución el 75% de los expedientes iniciados a partir de faltas susceptibles de penalidades”. De las ocho causas “sólo en dos casos se ha dictado el fallo correspondiente, las demás actuaciones se encuentran pendientes a la promulgación del acto administrativo que disponga o no la aplicación de multas”.

Recomendación

La Auditoría porteña concluye su informe señalando que “las fiscalizaciones realizadas por el Organismo auditado son insuficientes” y reclama “mayor presencia del Estado en el control de las prestaciones brindadas por terceros”.