Biogás: una auditoría revela problemas en el desarrollo de la fuente de energía
La Auditoria General de la Nación revisó la gestión del ex Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en relación a la implementación de esta energía renovable en el país. Los hallazgos exponen falta de cumplimiento del programa y ausencia de mediciones clave.
Cuando se habla de energías renovables, se suele pensar en la luz solar o el viento, pero desde hace unos años en nuestro país se sumó a estas alternativas el biogás. Este combustible se genera en medios naturales o en dispositivos específicos (biodigestores) por las reacciones de biodegradación de la materia orgánica. Se suele obtener de desperdicios orgánicos al generarse la degradación de los residuos vegetales.
En la búsqueda por avanzar en la explotación de este recurso renovable, Argentina implementó el Proyecto GEF ARG 16/G23, “Modelos de Negocios Sostenibles para la Producción de Biogás a partir de Residuos Sólidos Urbanos” que consiste en la búsqueda de regular y promover la producción y distribución de biogás en el país.
El organismo encargado de llevar adelante esta tarea fue el ex Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MAyDS) y, para evaluar su gestión, la Auditoría General de la Nación (AGN) revisó sus acciones en el período del 1 de enero de 2018 al 31 de diciembre de 2022.
Los hallazgos expusieron falta de registro de las pruebas piloto realizadas, ausencia de indicadores para distintas mediciones y falencias administrativas.
Falencias en la documentación
Uno de los elementos auditados fue el documento del proyecto (PRODOC). La AGN resaltó que en el marco de resultados expuesto no se incluyó un indicador para el volumen de residuos sólidos urbanos (RSU) que no fueron a disposición final a partir de la ejecución del programa, lo que impidió la cuantificación de gases efecto invernadero (GEI) evitados.
Es decir, al no saber cuántos residuos se evitaron, no se pueden determinar los gases no emitidos. Esto es importante ya que uno de los fines del uso de este recurso es el control y la reducción de GEI.
Tampoco se presentó el Informe Final del Proyecto, que debía resumir los resultados obtenidos, las lecciones aprendidas y los problemas enfrentados durante su implementación. Según la auditoría, su falta de presentación “atenta contra la evaluación integral, transparencia y replicabilidad del proyecto”.
Proyectos piloto
La implementación del programa se realizó a través de la instalación de proyectos piloto. Se los dividió en tres categorías, dependiendo de su escala y nivel de impacto: pequeña (biodigestores para comunidades de pueblos originarios), mediana (biodigestores para mercados o pequeños productores rurales) y grande (biodigestores para rellenos sanitarios en ciudades pequeñas y medianas para los que el biogás se utiliza in situ o se suministra a la red eléctrica local). Entre enero de 2021 y septiembre de 2022 comenzaron y finalizaron los procedimientos para la provisión, instalación y puesta en funcionamiento de los ocho proyectos.
No se diseñó un criterio de elegibilidad para la selección de los sitios piloto.
La AGN los revisó y determinó, en primer lugar, que no se alcanzaron las metas para los indicadores de capacidad instalada ni de volumen anual de energía eléctrica producida. Además, expuso que el ex MAyDS no diseñó un criterio de elegibilidad para la selección de los sitios en que se desarrollaron los proyectos piloto. Esto es necesario para brindar equidad y transparencia.
Con respecto a los plazos, el informe detalla que no se ejecutaron dentro de lo establecido en los contratos suscritos. En todos los casos se solicitaron prórrogas que, pese a haber sido aprobadas, tampoco se cumplieron ni se aplicaron las multas previstas.
Estos retrasos le costaron al auditado “un 37% más con respecto a los montos contractuales”. Por ejemplo, respecto del proyecto piloto Tapalqué, se verificó una demora de 184 días que derivó en una diferencia de $7.099.293 (47,9%) entre el monto original del contrato y el real.
Entre los hallazgos también se detalla que, en el 88% de los procedimientos relevados para la adquisición del proyecto piloto, no se identificaron certificados y/o constancias de capacitación de los actores clave en el uso de las tecnologías de aprovechamiento del biogás. Este requerimiento constituye uno de los objetivos del proyecto.
Por último, el auditado no cuenta con información sobre el desempeño de estos proyectos, lo que dificulta “la evaluación sobre la eficacia, eficiencia y efectividad de la producción de biogás a partir de RSU”.
Consultorías y personal
Al momento de realizar el documento del proyecto, se contrataron cinco consultorías para realizar distintos estudios. La búsqueda era abordar el aspecto legal, técnico, social, ambiental y operativo. Pero, según el informe, el diseño de los Términos de Referencia (TDR) para estas contrataciones presenta superposiciones en su contenido que atentan contra la eficiencia en la toma de decisiones del auditado.
El equipo revisor identificó la repetición de ítems solicitados en los TDR de las consultorías, lo que evidencia la ineficiencia del procedimiento de contratación. Además, los productos de tres consultorías no se utilizaron como insumo para las otras dos restantes.
No se contemplaron los recursos humanos necesarios para hacer el seguimiento de los proyectos piloto.
Por último, con respecto a los recursos humanos y materiales, el proyecto ”no contempló lo necesario para hacer el seguimiento de los proyectos piloto”, lo que repercute de manera directa en la posibilidad de obtener información sobre la emisión de GEI.
A modo de conclusión, la AGN expone que el programa “estuvo paralizado desde sus inicios” y que, al momento de la evaluación de medio término, la ejecución presupuestaria había alcanzado solo el 8% y que no se logró el objetivo principal de desarrollar modelos de negocios sostenibles para producir biogás a partir de RSU y convertirlo en energía eléctrica para inyectarla a la red.
En líneas generales, la falta de información con resultados, lecciones aprendidas y problemas durante la implementación impiden evaluar la eficacia, eficiencia y efectividad del proyecto auditado.