Centro Cultural San Martín: un espacio de mucha cultura y poco control interno
El lugar presenta graves deficiencias en materia de infraestructura, como humedad y filtraciones. Hay problemas relacionados a la accesibilidad, faltan legajos del personal y se cedieron gratuitamente espacios sin justificación.
Ubicado en Sarmiento 1550, en la Ciudad de Buenos Aires, el Centro Cultural San Martín (CCGSM) ofrece una programación artística y cultural diversa que incluye artes escénicas y visuales, cine, música, cultura digital y letras, además de una amplia gama de actividades de formación artística. Sin embargo, según la Auditoría porteña (AGCBA) su infraestructura, compuesta por un conjunto de 30.000 metros cuadrados, presenta numerosas falencias.
Hay un “descuido generalizado con presencia de escombros y residuos” así como “humedad en pisos y paredes”, “filtraciones y humedad en cielorrasos” y “viejas calderas y cañerías”.
La accesibilidad también es un problema. El informe, que analizó el 2018 y fue aprobado en octubre de 2020, detectó que “falta acceso para personas con movilidad reducida” en varias salas; “la rampa de ingreso no respeta la pendiente reglamentaria” y “los baños para personas con movilidad reducida están solamente en el bajo plaza”.
A esta situación se suma que “no hay iluminación de emergencia” y “las puertas de las Salidas de Emergencia solo se abren en los lugares en que se están desarrollando los eventos. En otras circunstancias y lugares están permanentemente cerradas con barras y candados”. Por su parte, “los sistemas cloacales, eléctricos y contra incendios padecen fallas estructurales y se hallaron matafuegos colocados fuera de sus perchas”.
Según el organismo de control, “no se respetaron cabalmente las especificaciones técnicas establecidas para el servicio de limpieza, así como tampoco se tuvo en cuenta la Ley de Basura Cero”.
Otras observaciones
Todos los años el Centro Cultural estima una meta física a cumplir, es decir, establece una cantidad de asistentes anual a sus actividades. Al respecto, el organismo de control detectó que para el año 2018 “la meta física programada está subestimada”. Es que para ese período tuvo un nivel de eficiencia que superó lo estimado en un 69,75%; en 2016 se alcanzó el 71,1% de la meta programada; y en 2017 se superó la misma en un 38,1%.
Se detectó que en varias salas no había acceso para personas con movilidad reducida
Por otro lado, “los expedientes electrónicos de contratación están incompletos ya que no contienen las facturas que justifiquen las erogaciones.” En el sistema SADE, el expediente por la adquisición de ascensores, por ejemplo, “no verifica la resolución definitiva del trámite y la imputación del gasto, pese a haberse efectuado erogaciones por $ 1.998.276”.
Los auditores observaron que para las coproducciones y talleres no estaban formalizados los criterios de evaluación y selección ni las modalidades de financiamiento. "Tampoco la selección de cursos y talleres responde a convocatorias públicas y no hay criterios de evaluación y selección formalizados", completa el trabajo.
Respecto a los recursos humanos, “existen falencias en la administración de los legajos de personal que no se hallan completos.” Es que “casi el 19% de los agentes no tienen apertura de legajo; ninguno de los que están abiertos cuenta con la documentación completa y casi el 62% de los mismos no tiene la constancia del acto administrativo de designación”.
La AGCBA señaló además la “cesión gratuita de espacios a organizaciones de la sociedad civil sin justificación”. Por ejemplo, dos actividades bajo esta modalidad fueron realizadas por la firma Prestashop “sin ningún expediente para dicho préstamo”. En el mismo sentido, “debe actuarse en relación con el permisionario del estacionamiento”
Finalmente, la Auditoría considera “necesario consolidar los mecanismos para registrar los ingresos por venta de entradas para mejorar la rendición y el control de los mismos”. Es que “no hay plazos establecidos explícitamente para la transferencia de dinero por parte de Portesa S.A, de Tuentrada.com, lo que deriva en falta de regularidad en los depósitos que impiden planificar gastos relacionados con la disponibilidad de dichos ingresos”.
En cuanto a la rendición de esos ingresos, hay una “falta de coincidencia entre los movimientos diarios informados en el arqueo y los comprobantes de depósito efectivos, incorporados en el expediente de rendición”.