El país tiene índices de vacunación satisfactorios en línea con la Agenda 2030
La Auditoría General de la Nación analizó los indicadores de inmunización a nivel nacional y observaron que alcanzaron niveles superadores, tanto del Calendario Nacional de Vacunación como del COVID19.
En el marco de la Agenda 2030, Argentina suscribió al ODS 3 sobre Salud y Bienestar que, entre sus metas, apunta a lograr una cobertura sanitaria universal, para lo que debe ser contemplada la vacunación como herramienta esencial. En línea con este compromiso, la Auditoría General de la Nación publicó un nuevo informe en el que detalla la revisión realizada, desde enero del 2018 a septiembre del 2021, al Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS) y al Ministerio de Salud (MSal) en virtud de su accionar para lograr la inmunización de la población y el apoyo económico para la investigación en materia de vacunas.
Los hallazgos fueron alentadores ya que los resultados de las coberturas y de recupero de períodos anteriores en el total del país evidencian la implementación de estrategias para lograr la eficacia y la inmunidad de rebaño.
Al día con el calendario
Las vacunas tenidas en cuenta para analizar el alcance de las campañas fueron las que forman parte del Calendario Nacional de Vacunación (CNV). Son recomendadas por la autoridad sanitaria para grupos en riesgo, y las indicadas en una situación de emergencia epidemiológica para todos los habitantes del país.
El informe desarrolla que tanto la BCG (tuberculosis), como Rotavirus, Antipoliomielítica y Quíntuple, todas para menores de un año, presentaron coberturas satisfactorias durante 2018 y 2019, compartiendo también una mejora durante 2021.
Se lograron alcances de inmunización satisfactorios con la Antipoliomielítica y Meningococo, en infancias de entre 5 y 14 años, mejorando así los resultados de años anteriores.
Con respecto a las coberturas de niños y niñas de entre 12 y 23 meses, excepto en Santiago del Estero y Catamarca, se registraron coberturas aceptables e, incluso, mejoras en aquellos indicadores que habían dado por debajo de lo esperado en el primer año.
Para este rango etario las vacunas contempladas fueron la Quíntuple refuerzo, SRP1, Neumococo (dosis refuerzo) y Meningococo tetravalente.
Por último, al analizar los indicadores de la vacunación de infancias entre 5 y 14 años, la auditoría desarrolló que en 2021 se lograron alcances de inmunización satisfactorios con la Antipoliomielítica y Meningococo, mejorando así los resultados de años anteriores.
Como punto débil, la HPV (segunda dosis), tanto masculina como femenina, muestra una cobertura predominantemente baja y regular, aunque podría deberse a ser, junto con Meningococo, las últimas vacunas incorporadas al CNV.
Cobertura post pandemia
Por otra parte, la OMS recomienda la vacunación contra el COVID-19 como una herramienta de prevención primaria fundamental para limitar los efectos sanitarios y económicos devenidos de la pandemia.
Un 87,3% de los adultos de entre 60 y 64 años ya poseen dos dosis o más contra el COVID-19.
El Informe de Avance de Vacunación contra el coronavirus, al cierre del período auditado, muestra una cobertura total del país con esquema primario (dos dosis) del 50,1%.
En el desagregado de la información es destacable que un 87,3% de los adultos de entre 60 y 64 años ya poseen dos dosis o más.
Como contracara, a fin de septiembre del 2021, solo el 6,5% de los adolescentes de entre 12 y 17 años contaban con el segundo refuerzo.
De cara al 2030
Para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible asumidos, cada país adapta las metas de manera pertinente a su territorio, definiendo indicadores de medición. En este caso, para cumplir con el ODS 3 de Salud y Bienestar, uno de los indicadores es el monto de inversión en investigación y desarrollo de vacunas.
Si bien se constató que durante los ejercicios 2019 y 2021 se superó el hito intermedio previsto para 2020, ni este ni el final -expresados en pesos- fueron actualizados teniendo en cuenta las variaciones presupuestarias existentes a través de los ejercicios auditados.
Es decir, hubo inversiones en el área, pero al no actualizarse los montos en relación al presupuesto asignado, el indicador no puede tomarse como realmente válido.
Por otra parte, se identificaron una beca, en 2018, y dos proyectos de investigación, en 2019, que trataron cuestiones de reticencia y percepción de riesgos de la vacunación de la población en general y de los profesionales de la salud. Aunque uno de los cuales no fue ejecutado.
Además, el CONICET otorgó, durante los cuatro años del período auditado, 54 becas destinadas a realizar estudios vinculados a vacunas de uso humano e informó 180 proyectos de investigación en ciencias médicas, de los cuales 9 son de vacunas de uso humano pero, como algunos comenzaron en 2017 y otros tienen previsto finalizar en 2023, no fue posible atribuirlos a cada ejercicio del período auditado.
En épocas en las que los discursos antivacunas han resurgido de forma notable en distintas latitudes, es esencial el rol del Estado para invertir en desarrollo, comunicar y difundir correctamente la importancia que tiene la inmunización de la población.