Un informe de la Auditoría de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) destacó la supervisión que realiza el Programa de Inmunizaciones del Ministerio de Salud porteño sobre la organización de los centros vacunatorios, la cadena de frío, la existencia de material descartable y la atención del usuario, entre otras cuestiones. Estos controles son para el organismo “un logro considerable del programa”.

El objetivo de la auditoría, aprobada en 2011, fue evaluar la gestión del Programa de Inmunizaciones del Ministerio de Salud de la Ciudad, que tiene como finalidad principal “la prevención de enfermedades a través de la gestión de compra  y distribución de vacunas” a 20 hospitales públicos y otros 28 centros de vacunación que dependen de hospitales comunitarios, obras sociales y el ámbito privado. Puntualmente, el organismo de control analizó el desempeño que tuvieron durante 2009 dos programas dependientes de aquél: el Programa para Huéspedes, dirigido a “personas que padecen una enfermedad que los expone a mayores riesgos de adquirir infecciones o pacientes de alto riesgo”; y el Programa de Bioseguridad Ampliada, que está enfocado “al personal que trabaja en las instituciones de salud que tienen mayor riesgo de exposición” a contraer ciertas enfermedades. 

La AGCBA apuntó como fortalezas del Programa de Inmunizaciones: los controles anuales de los centros vacunatorios receptores de las vacunas;  “las respuestas sin demora que se brindan ante las demandas de vacunas de los Servicios de Promoción y Protección de los Hospitales” y “las acciones de promoción y capacitación” desarrolladas. Además, también valoró “la utilización de indicadores de gestión, sistematización y análisis de la información para realizar evaluaciones”.

Una de cal y una de…

Los auditores detectaron bajos niveles de vacunación en los hospitales y señalaron que "hay dificultades para aumentar los niveles de adhesión a la vacunación del personal de salud”. Los auditores expresaron que si bien “se desconoce el grado de inmunización de los agentes, ya que buena parte de los hospitales no cuenta con un sistema de registro de vacunas recibidas por el personal”, en aquellos centros de salud donde si existen asientos se observaron los siguientes datos:

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Ante esta situación, el organismo de control recomendó “contar con un instrumento formal de exigencia más preciso y homogéneo” y citó entre las sugerencias “que se incorpore el carnet de vacunación como requisito para el ingreso al sistema y seguimiento del personal de salud”.

Por otro lado, el organismo de control detectó “faltas en las instancias de planificación y coordinación entre los hospitales y el nivel central” del Programa. El origen de esta observación se encuentra en que “las vacunas que se adquirieron y distribuyeron en los hospitales, tuvieron bajos porcentajes de aplicación”. Por ejemplo, “se compraron 20.000 dosis de vacuna contra la Hepatitis B pero finalmente se otorgaron 2647 dosis”, sobre “las 9120 dosis de Antineumococica polisacarida se aplicaron 4252”. De ésta última, en un principio, “iban a comprarse 8000, pero a pedido de los hospitales se adquirieron 1120 más”. De 600 vacunas de Antihaemophilus adquiridas “solo se aplicaron 177”, de las cuales el 37.85% fueron dadas a personas “que no cumplen con los lineamientos recomendados por el Programa”.

El Programa de Inmunización “exige que los hospitales le envíen dos veces al mes una planilla de stock para controlar cantidad de vacunas y fechas de vencimiento”. Si bien en general el promedio de presentación es del 78,1%, la AGCBA señaló que el cumplimiento “es dispar” entre los distintos centros de salud e indicó que los que “menor nivel de cumplimiento tuvieron son el Santojanni y el Pirovano con el 45,8%”.

El informe prestó atención a los “servicios de Promoción y Protección” de cada uno de los hospitales y señaló que  “deben ser jerarquizados” y que debe contar con “mayores recursos humanos, de equipamiento informático, teléfono, fax y, en algunos casos, de un espacio físico adecuado a fin de mejorar la calidad del servicio”.